Secretos - Parte 2

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Era extraño, sabía que su hermana había pasado por mucho ella sola y que el cansancio estaba cobrándole caro la factura, pero eso no evitó que se inquietara cuando la mayor parecía no querer despertar de su eterno sueño.

Pregunto a los doctores y la visitó constantemente, abría los ojos hablaba unas pocas palabras, incluso comía, pero después dormía de nuevo, lo peor parecía ser que la abuela le restaba importancia.

— Sabes algo ¿No es así? ¿Por qué no la ayudas? O puedes decirle a los doctores, ellos la ayudarán —casi lloraba a su abuela por un poco de información, había sido cuidado como un bebé desde que despertó y ahora que su abuela insistía en casi darle de comer en la boca, debía aprovechar para convencerla, podía sentirlo la mirada que le dedicaba a su Jiejie, había algo y le frustraba no poder hacer nada.

— Cuando esté mejor lo hablaremos juntos —había sido su escueta respuesta.

...

Al paso de unos días tanto Yanli cómo Cheng se habían recuperado considerablemente, físicamente estaban mostrando los mejores resultados gracias a su entrenamiento y el núcleo dorado que aceleraba la recuperación, a pesar de que el de la mayor era el más reciente en ser cultivado debidamente, sin embargo, psicológicamente los efectos seguían ahí, lo que ocasionaba la cantidad excesiva de cansancio en ambos o no poder concentrarse adecuadamente para volver a sus labores normales.

La abuela estuvo con ellos en todo momento, si bien ella estuvo muy presente en toda la infancia de sus nietos, cómo cualquier niño cuando crecen ya no pueden darse el lujo de seguir visitando a la abuela tan frecuentemente, así que aprovecho cada momento para consentirlos, ya no eran sus pequeños, pero siempre serían sus adorados nietos no importa la edad que llegarán a tener. Es por eso que le dolía ver cómo sus miradas se perdían en algún punto, o como en ocasiones hablaban entre murmullos y sollozos, sin poder darles algún consuelo.

Esa mañana había decidido que debía enfrentar el siguiente obstáculo y no porque fuera algo malo, más bien por qué era importante y parecía ser tan reciente y ellos tan inexpertos que simplemente no lo sabían.

Dejaron los cubiertos de lado, bebiendo un té suave que la abuela preparo.
— Me alegra que se encuentren mejor los dos, son muy fuertes —inició orgullosa de verlos sanos y con más color en la piel—. Y creo que gracias a eso el día de hoy tengo que poner un tema muy importante en la mesa —esto fue lo que llamó por completo la atención de los más jóvenes.

— Gracias abuela, sé que desde que llegaste no haces más que ayudarnos y lo agradezco mucho de verdad —Yanli fue la primera en intervenir.

— Para nada, para eso estoy ya con estos años que me pesan me alegra ser un apoyo y no una carga —sonrió palmeando la mano de su nieta— Sé que han pasado por cosas muy duras y me imagino que... Sin afán de menospreciar a nadie, tú la has tenido más difícil querida.

Se giró hacía la mayor para enfatizar sus palabras, sin soltar su mano. La acción desconcertó a Yanli, pero a Jiang Cheng lo puso ansioso, él estuvo haciendo muchas cosas de aquí para haya lidiando con tantos temas que nunca se enteró como fue que su hermana la paso, ¿Había algo que le ocurrió y él no lo sabía?
Con la duda y preocupación en su rostro Cheng también se acercó a la mayor.

— ¿Qué sucedió? ¿Estás bien A-Jie?

Algo confundida y desconcertada Yanli paseo su mirada de la abuela a Jiang Cheng. — Y-yo estoy bien, solo fueron muchas emociones, tranquilos —sonrió intentando calmarlos.

— Mmh querida, ¿En estos días has visitado al médico? —pregunto la abuela comprendiendo la ignorancia ajena.

— Mm no abuela, solo tener descansos y alguno que otro té medicinal, pero me he sentido bien —explico mientras dejaba que la abuela checará sus meridianos.

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