Decisiones de Hermanos

Una Posibilidad

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Lan Zhan había pasado mucho tiempo sin visitar a Wei Ying últimamente, después de su última visita realmente quería regresar, pero había prometido primero buscar una solución para Wei Ying. Si no quería venir a Gusu con él, entonces encontraría otra manera de ayudarlo.

Había pasado días investigando, no solo en la biblioteca de su secta, también había salido a buscar información en otros pequeños pueblos, algo que pudiera ayudar, su tío lo veía preocupado sabía que su sentido de justicia y ayudar siempre a los demás estaba siendo el culpable de su comportamiento, ciertamente no sería normal quejarse de eso, pero a Qiren le molestaba que Wei Wuxian fuera la verdadera razón.

Fue hasta que un día su hermano hablo con él, ya sea por qué también se vio preocupado o por qué su tío le insistió demasiado sobre detenerlo y Xichen quiso saber la razón.

-Wangji, ¿Qué buscas?- interrogó en medio de una de sus casi rutinarias vueltas por la biblioteca. -Han pasado varios días desde sigues esa rutina, y sigo sin saber que es lo que tanto buscas y no encuentras- siguió explicando.

-Hermano- saludo primero el menor. -Yo...- su hermano sabía que visitaba a Wei Ying ocasionalmente y nunca le había restringido nada, a pesar de saber los problemas que estaba teniendo con el mundo de la cultivación. -Quisiera poder traer a alguien- soltó, su mirada se dirigió a una ventana cercana, estaba por anochecer, rememoro por un momento esos días apacibles en Gusu, cuando los discípulos recién entraban a estudiar y Wei Wuxian era siempre castigado, y al terminar saltaba por esa ventana para salir a jugar con sus amigos.

-¿Traer a alguien?- pregunto confuso el mayor, pero le dio tiempo de seguir reflexionando, sabía que a veces Wangji tenía dificultades para poner en palabras sus sentimientos.

-Si...traerlo y resguardarlo, para que nadie le haga daño- apretó los puños inconscientemente, recordando a sus padres, su padre había encerrado a su madre en esa pequeña habitación para que no fuera lastimada, Wei Ying no podría vivir una vida en una habitación encerrado como su madre, él era un ser libre. Sería complicado.

Y como siempre su hermano supo leerlo. -Pero esa persona no quiere venir, ¿Cierto?- se acercó a paso lento a lado de su hermano y posó su diestra en el hombro contrario para reconfortarlo.

Los labios del menor temblaron levemente, era verdad, por más que lo intentaba no cedía, no quería, era rechazado una y otra vez, lo peor de todo es que lo entendía, ¿Quién podría querer una vida así? Incluso su madre no había soportado aún teniendolos a ellos.
Xichen lo miro aflijido, podía sentir el dolor y la duda en su pequeño hermano. -¿Qué piensas hacer entonces?- reanudó la conversación.

-¿Qué es lo que tanto anhelas encontrar entre los libros de la biblioteca?- tomo algunos que su hermano había hojeado, todos sobre energía resentida y como purificarla, se dió una idea.

-Quiero ayudarlo, incluso si no puedo traerlo aquí y protegerlo, debe haber alguna manera de poder ayudarlo sin necesidad de ... Arrastrarlo a la fuerza contra su voluntad, que este vivo, pero libre- relató aún embelesado con sus recuerdos y la vista en la ventana.

-Mmh...- considero Xichen aún con la mirada en las páginas y apuntes de su hermano. -Tal vez no aquí Wangji- dijo al tiempo que chocaba mirada con su hermano, la duda plagando su rostro serio, sonrió para sus adentros. Y saco una pequeña llave de entre sus ropas. -Tal vez aquí- hizo un ademán para que lo siguiera, abrió la pequeña puerta e hizo los sellos correspondientes, de un momento a otro la bóveda privada de la biblioteca había sido abierta.

-Hermano pero yo no...- protesto Wangji. Él no podía entrar ahí, solo el líder de secta podía, eran las reglas.

-Yo estoy entrando contigo claro, y eres mi hermano por supuesto que puedes- tranquilizó el mayor para después iniciar a bajar tranquilamente, a sabiendas que a paso lento venía su hermano detrás de él.