Pov Ava
Era una noche muy oscura y el ambiente era tenso como si supiera que a donde íbamos no iba a ser un buen lugar.
Estaba terminando de arreglarme mientras observaba por la ventana el exterior, perdida en mis pensamientos. No sabía qué iba a pasar en el aniversario de los abuelos de Daven pero esperaba que la situación no fuera tan hostil como él me había dado a entender.
— Te ves preciosa. — Me sobresalté al escuchar la voz de mamá a mis espaldas. — Y bastante nerviosa.— Claro que no. — Solté un gran suspiro cuando dejé el cepillo encima de la cama. — Es solo que… No lo sé, solo estoy un poco inquieta.
— Tranquila, cariño. — Asentí. — Creo que acaba de llegar.
— De acuerdo, ya voy. — Me guiñó el ojo y salió de mi habitación.
Tomé mi perfume favorito y me rocié en donde siempre lo hacía para luego seguir los pasos de mi mamá. Con cada paso que daba, sentía una gran presión sobre mis hombros pero preferí ignorar aquella molesta sensación e ir al lado de Daven.Él se veía realmente atractivo y elegante, tanto que parecía ser otra persona.
— Cuídala. — Le advirtió papá al chico que se encontraba frente a él. — Pórtate bien. — Asentí cuando su mirada quedó fija en mí.— Así lo haré, Sres. Falcom. — Daven se hizo a un lado para que yo pudiera salir al exterior. — Buenas noches.
— Vayan con cuidado y no duden en llamarnos si algo ocurre. — La voz de mamá se hizo espacio entre la fría y oscura noche.
— Sí, hasta luego. — Besé la mejilla de ambos.
Daven conducía como si no quisiera llegar y estaba muy tenso, él no había dejado de apretar el volante.
— Detén el auto. — Murmuré lo suficientemente algo como para ser escuchada.— ¿Qué? — Preguntó aturdido.
— Detén el auto. — Repetí, girándome hacia él.
El auto comenzó a recorrer el borde de la carretera hasta detenerse por completo.
— ¿Qué ocurre? — Le pregunté sin dejar de observarlo.— No es nada. — Suspiró ruidosamente. — No quería preocuparte, lo siento.
— Daven, algo te ocurre o no estarías así. Pareciera que vamos a un funeral. — Una leve sonrisa se asomó por sus labios y echó la cabeza hacia atrás.
— Solo estoy agobiado, no es nada. — Tomó mi mano entre las suyas y la llevó hasta sus labios, depositando un casto beso en ésta.
— ¿Estás seguro? — Asintió. — No te agobies, todo está bien. — Llevé mi mano a su nuca y comencé a acariciar lentamente sus cabellos.
— ¿Qué tal si no aparecemos por ahí? — Preguntó después de unos segundos en silencio.
— ¿Tu familia te espera? — Volvió a asentir. — Entonces no podemos faltar.
— De acuerdo… Está bien. — Murmuró por lo bajo. — Vamos.
Retomó el camino casi de inmediato e intentó que la tensión que había en el auto se esfumara. Sabía que no era agobio lo que tenía pero no podía obligarlo a hablar.Los colores de las distintas tiendas y clubes se quedaban atrás a gran velocidad y la oscuridad de la noche comenzaba a ceñirse a nuestro alrededor. En el auto había música pero no escuchaba cuál era la letra, mi cabeza solo podía dar vueltas en Daven y su actuar.
— Estamos cerca. — Murmuró.
No sabía cuánto llevábamos en la carretera pero no reconocía el lugar en donde nos encontrábamos. Todo se veía extremadamente lujoso y exorbitante, por lo que saqué la conclusión de que ahí debían vivir solamente personas adineradas.
— Bueno… Es aquí. — Volvió a hablar después de haberse estacionado. — Por favor, no te alejes de mi lado.— Está bien. — Por algún motivo sentía que se preocupaba más por mí que por el ambiente hostil del lugar.
Tan pronto Daven se encontró afuera del auto me hizo una señal para que esperara ahí, sentada en el asiento del copiloto. Lo más relajado que la situación le permitía estar, me extendió su mano e ingresamos al imponente y gran lugar que había frente a nuestros ojos.
— ¿Qué tipo de personas hay en tu familia? — Pregunté cuando comencé a ver personas sumamente elegantes.— Es mejor que no lo sepas, Sra. P. — Me observó mientras subíamos las escaleras para poder ingresar al interior del lugar. — No son delincuentes o bueno eso creo pero tampoco son personas que aportan algo bueno.
— ¿De verdad? — Él debía estar exagerando.
— Por eso te dije y recalco, no te alejes de mi lado. A mí no me importa estar rodeado de ellos pero sí me interesa que tú salgas de aquí tal y como llegaste, inocente, alegre y siendo mi Sra. P. — Tomó mi rostro entre sus manos para que lo observara fijamente. — Si te sientes incómoda solo tienes que decirlo y nos iremos, sin importar nada. ¿De acuerdo?
— De acuerdo, Sr. P. — Murmuré.
Asintió repetidas veces y continuamos con nuestro camino hasta que nos encontramos mezclados con un mar de personas con apariencia… demasiado fina.No me sentía cómoda desde que habíamos entrado ahí pero no iba a decirle, no en ese momento. Recién habíamos llegado y él ni siquiera había visto a sus abuelos así que decirle que nos fuéramos era algo imposible.
— Te presentaré a mis abuelos y luego al resto. — Me informó, acercándose a mi oreja para que pudiera escucharlo.
La música no estaba muy alta pero como nos encontrábamos en medio del bullicio, escucharlo a la distancia sería algo complejo.
— Al abuelo le agradarás. — Aseguró cuando posó su mano en mi espalda baja para que yo pasara entre medio de pos personas. — Le gustan las chicas jóvenes.— ¿Me trajiste como ofrenda? — Pregunté juguetona.
— No. — Negó sonriente. — Le vieil homme ne pourra pas toucher ma future petite amie, je vous assure. — Murmuró.
*Le vieil homme ne pourra pas toucher ma future petite amie, je vous assure.: El viejo no podrá tocar a mi futura novia, te lo aseguro.*
El roce de sus labios contra mi oreja, junto con su perfecto y varonil francés, fueron los causantes de que un escalofrío recorriera lentamente mi columna vertebral.
— ¡Virgen santísima! — Susurré para mí.
Nuevamente tomó mi mano y me guio hacia una mesa en donde se encontraban una pareja de personas mayores y un aproximado de siete personas más. Por su expresión facial podía entender que eran miembros de su familia pero hubo algo que reafirmó mis conclusiones. Había una mujer que era prácticamente idéntica a él y por la forma en que se nos había quedado mirando, podía jurar que era su madre.
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Todos tus Mensajes© AEL #3 [BORRADOR]
Любовные романы💫Esta historia es completamente de mi autoría por lo que se prohíbe su copia o adaptación.💫 •Tercer libro de la trilogía AEL.• •No es necesario leer los primeros dos libros pero si deseas conocer ciertos detalles, te lo recomiendo.• Las mujeres Da...