El Loco

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Glosario para este capítulo:
T/N: Tu Nombre
P.O.V: Punto de Vista
N/A: No Disponible

Advertencia: Sangre, muerte, entre otras acciones violentas.

___T/N P.O.V___

De nuevo era ese sueño, pero esta vez se ambientaba en Tabantha, los orni corrían de un lado a otro mientras que varios guardianes destruían los puentes y mataban a todos los que habían a su paso sin distinción de especies, Vah Medoh: La bestia divina que se supone que serviría para proteger el reino brillaba en luces rojizas y parecía colaborar con la destrucción.

Un guerrero orni volaba evadiendo a una gran bestia de aspecto terrorífico, hacía acrobacias ascendentes y disparaba flechas explosivas a ese ser usando sus alas.

Aquel enemigo era sumamente delgado, grande, no tenía piernas y una melena rojiza ondeaba con el aire, poseía un cañón grande en una extremidad mientras que el otro era alargado, parecía tener una especie de máscara que tenía varias esferas de cristal azuladas.

La pelea se desenvolvía arriba de la bestia divina que volaba y no dejaba de atacar.

Pero esa cosa no cedía, era de noche, por los rasgos de ese orni asumí que no parecía ser de las afortunadas pocas especies que podían ver de noche, la bestia desapareció, el guerrero miraba de un lado a otro, el enemigo apareció a sus espaldas.

-¡Cuidado! ¡Cuidado!- intentaba gritar, pero no podía, en todos esos terribles sueños no poseía cuerpo o voz alguna con la cual ayudar, debía observar y memorizar los detalles, cuántos morían, donde atacaban.

Me obligué a verlo.

Cómo esa cosa destruía al pobre guerrero con un sólo disparo de su cañón.

Desperté, mi respiración era agitada, me senté en la hamaca sosteniendo mi pecho.

-¿Aún tienes pesadillas Caramelito?- preguntó una voz, voltée hacia abajo, Rotver escribía en una libreta, sentado en el escritorio aparentemente traspasaba lo del cuaderno de Kitta a uno nuevo; Prunia y él habían llegado a la conclusión de que esas pesadillas eran mi mente intentando relacionar los eventos del pasado con el presente pero yo sabía que era algo más.

Bajé de la hamaca y me asomé por la ventana, el cielo estaba despejado, incluso pude ver un par de zorros con pelaje blanco jugar cerca de la cabaña -¡Qué lindos! ¡Señor Rotver, mire!- exclamé, escuché como el científico bajó su pluma, recorrió la silla para luego pararse tras de mi, contemplando a los pequeños animales -¡A Prunia le encantará esto! ¡Es una familia completa!- rió.

Preparé un desayuno rápido, manzanas a la miel y para el almuerzo empanadas de carne, mientras terminabamos de desayunar escuchamos a alguien tocando violentamente la puerta -¡Pase!- canturrreó Rotver como si ya estuviera acostumbrado a la persona llamando.

Era Revali quien abrió la puerta con fuerza innecesaria, entró con dos pares de botas para nieve y los arrojó a la piel de oso que estaba sobre el piso de madera -Marchemos, ahora, no tengo todo el día- abrí labios para protestar cuando el científico tomó un pedazo de manzana para llevarlo a mi boca como si supiera que estaba dispuesto/a/e a contrariar al orni.

-¡Claro que si!- exclamó Rotver, tomó la libreta de Kitta que estaba en el escritorio, hojeo con cuidado pero rapidez hasta apuntar un pequeño mapa para enseñárselo al general -¡Aquí! ¿Sabes dónde es?- preguntó.

Revali tomó cuidadosamente el mapa entre sus alas -Es un dibujo de pésima calidad, pero si, es la estepa de Orubell- analizaba -Podríamos llegar usando la cima sur de Hebra, aunque debo decir que la visibilidad es casi nula, y deberán usar algo que les permita la movilidad, lo bueno esque casi no está tan lejos que la Cima norte donde fue la última expedición- añadió juzgando, viendo de reojo el poncho con el que había dormido, mi supervisor lo acompañó con esa mirada.

[COMPLETADO] Durmiente +Revali x Lector/a + Donde viven las historias. Descúbrelo ahora