Destinos sellados: Penúltimo Capítulo

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Primera parte del final, la bifurcación entre un final feliz y uno fatídico.
Glosario para este capítulo:
T/n: Tu Nombre.

___N/A P.O.V___

T/n lloró en los brazos de su amante hasta finalmente quedar inmóviles dentro del pesebrero, ¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Horas? ¿Minutos? No sabían, el orni estaba lleno de pensamientos intrusivos.

"Debí escoltarlos" "Debí protegerlo/a/e" "¡No eres capaz de proteger ni a tu propio pueblo!"

El/La/Elle sheikah escuchó a Revali tragar saliva -Debemos decirle a los demás- comentó el campeón a lo que t/n le sujetó de las hombreras de su armadura -¡No!- suplicó, mirándole a los ojos con los suyos rojos y humedecidos.

-¿Cómo que no? ¡Mírate! ¡Estás hecho/a/e un asco! Somos servidores selectos de la corona, incluso para que fueras el/la/elle guardaespaldas el rey tomó su tiempo para escogerte por tus habilidades, dudo mucho que no hayas peleado, ¿Quién te hizo esto?- preguntó Revali con sus plumas alborotadas, su tono de voz temblando y la respiración agitada, sentía miedo, un genuino miedo que había esperado en atacar por mucho tiempo.

Su amante no respondió, un silencio hostil invadió el pequeño espacio de madera mientras escuchaban un par de relinchos por parte de unos caballos que estaban cerca -Fue Astor- dijo al fin tras meditar en decirle la verdad, esa respuesta creó una desagradable sensación en el estómago del orni que casi le provocaba el vómito.

Llevó un ala a su pico intentando calmarse o simular la sorpresa -Ese tipo murió, seguro fue otra persona- empezó a decir, t/n negó con la cabeza lentamente, acercó una mano al cuello de su uniforme para bajarlo un poco, habían vendajes, el/la/elle guardaespaldas se deshizo lentamente de estos para revelar una profunda y larga cicatriz en la piel muy cercana a una vena principal.

Ira, miedo, horror: los cálidos momentos que tuvieron hacía menos de un día fueron borrándose de la mente del orni mientras miraba atónito la profunda herida que por poco concedía la muerte de quien más amaba.

-¿Dónde está ahora?- preguntó con un tono sombrío en su voz, quería ir él mismo a atravesar a ese hechicero con todas sus flechas, destrozarlo y asegurarse de que no volviera nunca más.

T/n notó aquello y aún así respondió -Es inútil, yo también desconozco su paradero- no podía decirle que él/ella/elle era su objetivo principal para que Ganon volviera, si le decía eso probablemente Revali le contaría a los campeones, luego Zelda se enteraría, la necesaria peregrinación a la fuente de la sabiduría sería pausada para vigilarlo/a/e, no, la princesa debía despertar su poder a cualquier costo.

Debía seguir con esa mentira, mentirle para que estuviera tranquilo y que así Revali pudiera enfrentar a Ganon con su corazón en paz -Seré escoltado/a/e a la aldea sheikah donde la jefa Nera me protegerá, mi gente se encargará de Astor, tu no debes preocuparte por eso- el/la/elle sheikah bajó la cabeza volviendo a colocarse los vendajes -No intentaré nada estúpido, debo mantenerme con vida para estar contigo en Tabantha- añadió.

Eso último era verdad, t/n se hizo la promesa de que después de enfrentar a Ganon tendría momentos cálidos y tiernos a un lado de su amado orni.

Revali contemplaba detenidamente a el/la/elle sheikah, una vez que este/a terminó de vendar su herida le tomó del mentón con cuidado para hacer que le viera -Quiero que te quedes en esa aldea hasta que yo mismo vaya por tí-

Su voz sonaba más nerviosa, incluso temblorosa, genuinamente esperaba que esa fuera la verdad, fue por ello que fue más difícil para t/n asentir y acariciar su ala con ternura -Lo prometo- susurró.

[COMPLETADO] Durmiente +Revali x Lector/a + Donde viven las historias. Descúbrelo ahora