[COMPLETADO] Durmiente +Revali x Lector/a +

El Encuentro

Glosario para este capítulo:
P.O.V: Punto de Vista
T/n: Tu Nombre
N/A: No Disponible
C/o: Color Ojos

TW/Advertencia: Deseo de Muerte.

___P.O.V T/n___

Se trataba de un orni con plumas azules y blancas, ojos esmeralda rodeados de una especie de delineado rojo con blanco; Era un poco más bajo de los que había conocido, tenía su ala estirada hacia mi dirección como si sólo hubiera convocado algo de aire sin esfuerzo para hacerme volar de esa forma.

Ordon empezó a relinchar, asustado -¡Cállate!- exclamó aquel sujeto mientras el caballo se alejó del lugar, le lancé una piedra al pico; Podían tirar mi cuerpo como una especie de muñeco de trapo, pero tocar a mi caballo o gritarle, sentía como si hubieran insultado a mi padre -¡Atrévete a tocarlo y juro que mi cuchilla será lo siguiente!-

Aquel sujeto retrocedió mientras sujetaba el área donde la piedra le golpeó-¡Ah! ¡Idiota!-

Estaba con disposición de arrojarle algo más hasta que me miró ahora de forma más calmada...

-Con que ya puedes moverte a la perfección, y al parecer ya te has adaptado al idioma de esta era, t/n- pudo ver mi expresión de sorpresa que pareció complacerlo -o mejor dicho... Águila- susurró mientras soltaba su pico, con una sonrisa triunfante, como si mi nombre le perteneciera, llevó sus alas tras la espalda para descolgar un arco de gran tamaño.

Me apuntó con dos flechas sin titubear -Y no puedes negarlo, ese ridículo atuendo te delata-

Apenas me podía mover, por reflejo desenvaine mi espada corta-¿De verdad es honorable de vuestra parte iniciar una pelea con alguien que está en un estado como el mío?- pregunté entrecerrando los ojos.

La lluvia seguía cayendo y a lo lejos un par de rayos rugían desde las nubes amenazando con caer desde el cielo, me quité el antifaz, la pintura de mi rostro seguramente ya estaba descolorida, corrida, mis ojeras delataban el cansancio de haber recorrido a paso rápido el reino, pero quería que viera, que estaba dispuesto/a/e a defenderme a toda costa.

-Princesa, vaya al rancho por favor- pidió mi oponente sin apartar los ojos de mi.

-¡Basta!- exclamó Zelda mientras se interponía entre ambos, volteó conmigo, su cara era una de sorpresa, se veía maravillada, como una niña que abre un regalo de cumpleaños -Eres... Eres ese Sheikah que encontraron en Tabantha, 'Durmiente', ¿Verdad? Que se encontraba en ese prototipo del santuario de la vida, ¿Cómo no me di cuenta antes? ¡Te hemos buscado por todo el reino! - decía, retrocedí un poco mientras apretaba los labios en disgusto, ¿ "Prototipo del qué" ? Y ese maldito sobrenombre.

-Os ruego princesa que no me llaméis "Durmiente", puede usar el apodo que vuestro súbdito usó o si prefiere mi nombre directamente, cualquiera de los dos, se lo agradecería - pedí con amabilidad.

El orni soltó una risa burlona -¡Vaya! ¡Pero si hablas como el personaje de un libro viejo!- comentó para intentar provocarme, bajó el arco por unos instantes, y buscó en una pequeña alforja que colgaba de su cinturón, sacó un frasco de cristal con un líquido rosado -Puedes usarlo para que no tengas excusa- comentó, estirando su ala sosteniendo aquel objeto.

-Repito princesa, por favor, vaya a buscar refugio de la lluvia, esta persona puede ser peligrosa- añadió.

Guardé el arma, me acerqué lentamente al emplumado que me veía con arrogancia y cierto desdén, tomé el frasco, me quité la capucha, la lluvia inmediatamente empapó mi cara, mi cabello así como el resto de mi ropa.

-Por favor, se los ruego, no vayan a comenzar una batalla sin sentido- suplicaba la princesa.

-Nadie va a pelear hoy majestad- respondí fijando mi vista al orni, ardía en ira pero no, no iba a pelear al menos hoy, había alguien herido a un lado que necesitaba atención.