[COMPLETADO] Durmiente +Revali x Lector/a +

Rollercoaster

Glosario para este capítulo:
T/N: Tu Nombre
P.O.V: Punto de Vista
N/A: No Disponible
*Advertencia sobre este capítulo: Muerte.

___T/N P.O.V___

Después de haber confesado nuestros sentimientos nos recostamos sobre la cama sólo para mirarnos fijamente, sin intentar nada más, Revali acariciaba mi rostro, sonriendo lo más que su pico le permitía hasta que se quedó dormido por el cansancio, después de todo hemos peleado casi todos los días contra monstruos, yo lo miré por unos instantes.

Pasé mi mano delicadamente por las plumas de su mejilla, él no reaccionó al toque, a pesar de que le dije "Te quiero". Me sentía mal porque sentía mucha confusión, él estaba tan seguro de sus sentimientos pero yo...

-¿Cuándo me enamoré de tí?- pregunté en voz baja, de que sentía atracción hacia él, amor como deseo era claro, pero no sabía cuándo pasó, lo cobijé con cuidado y me acerqué a la chimenea para preparar un elixir contra el frío, eché un par de leños, despejé las cenizas, claramente no íbamos a volver a la boda, probablemente el orni vino a la cabaña en vez de Link.

Mientras miraba el fuego bailar sobre el carbón y la madera empecé a asociar eso con mis sentimientos hacia Revali. "¿Lo quiero? Definitivamente lo quiero" pensé desviando mi vista al anillo de piedra luminosa que ahora reposaba en mi mano, era como mi propia flor sigilosa.

Puse los ingredientes a hervir, me senté frente al fuego para darme calor, en lo que esperaba empecé a recapitular todos los instantes que estuve con él, cuando me amenazó, luego enfermó, esos días que pasé cuidándolo, y lo escuchaba susurrar "debo ser fuerte" "odio esta maldita enfermedad" "soy el más fuerte de todos" una y otra vez, esos momentos de angustia, donde yo sentía miedo de que algo le pasara.

Luego, cuando fui por Astor y Revali fue conmigo para despejar el bosque, por poco mi vida iba a terminar si no hubiera sido por él, cuando despertó la fiera deidad por primera vez, fue aquel orni quien me llevó a la aldea sheikah y me regaló un arco de golondrina junto a un mensaje que de forma muy pasivo-agresiva pedía que me pusiera mejor.

Reí un poco al recordar esa carta, donde venía...

Fui hacia mis cosas que había arrumbado sobre el escritorio, busqué con desesperación la pluma que me había enviado esa ocasión, al sacarla de mi alforja suspiré de alivio, fue la primera vez que él estuvo dispuesto a confiar en mí, me senté nuevamente frente a la chimenea para admirar el hermoso azul del objeto.

Luego reparó mi espada corta, mi querida espada corta, finalmente accedió a escoltarme al monte Satoly donde finalmente me enseñó a usar de forma básica el arco.

El Monte Satoly...

Cuando me pidió disculpas y estiró su ala para tomar mi mano, desde que supo que a veces me asustaba por su presencia, sus movimientos conmigo se volvieron suaves, gentiles.

Cuando nos miramos a los ojos, en una mirada tan cálida, desde ese entonces sentí que ya no iba a estar sólo/a/e.

Escuché a Revali despertar, dar un bostezo, levantarse, luego de un par de momentos en silencio se puso de pie, caminó hacia mí, se sentó a mi lado, me cobijó con cuidado y pronto sentí sus alas rodeando mi cuerpo -Perdón, me quede dormido, yo-

Sonreí mientras puse mi mano sobre una de sus alas -Los dos estamos muy cansados, no hemos hecho más que vigilar Tabantha, creí que dormirías más- le confesé volteando a verle a lo que Revali acercó su pico a mi rostro para que yo plantara un beso en este, cosa que hice.

Su pico, suave, frío y duro a comparación de mis labios cálidos.

-Te veías muy pensativo/a/e frente al fuego- me dijo, retiró la olla con el elixir listo para evitar que se quemara, miré a otro lado -Estaba pensando. ¿Cuándo me enamoré de tí? No sabía si era la emoción del momento pero ya confirmé que no, yo...- mis mejillas se coloraron nuevamente, asomé entre ambos la pluma que él me había dado mientras lo miraba a los ojos.