El Inicio del fin

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Glosario para este capítulo:
N/A: No Disponible
P.O.V: Punto de Vista
C / O : Color de ojos
T/N: Tu Nombre

___N/A P.O.V___

La enfermedad era grave, Revali no recordaba cuántas veces despertaba para luego volver a desmayarse por la debilidad que sentía, a veces encontraba a un lado de él un plato con sopa, pescado, verduras o frutas o simplemente una taza de té recién hecho.

"Nill no se ha ido al parecer... Deberé disculparme" pensaba cada vez que terminaba de comer un poco o tomar lo que le dejaban antes de volver a dormir.

Incluso la cama improvisada en el suelo de la cabaña era cada vez más cómoda, más cálida, las almohadas servían como soporte para su cuerpo, estaba sobre un tapete de estambre afelpado, y varias cobijas cubrían su cuerpo.

A todas horas, tarde, mañana o noche encontraba comida o bebida, té o preparaciones de fruta que aportaban los nutrientes necesarios para recuperarse.

Pero con el pasar de los días, no veía a Nill, cuando despertaba no había otra presencia más que él.

Tras ... Varios días pudo recuperarse lo suficiente para mantenerse despierto, estaba entre el limbo de despertar o seguir durmiendo aquel último día cuando escuchó pisadas en las escaleras que daban con la cabaña, abrió los ojos en alerta, ¡Por fín vería la persona que le cuidaba!

Volvió a cerrar los ojos de inmediato, se esforzó por acompasar su respiración para engañar al extraño o extraña que le había atendido tan bien, en cuanto escuchó las pisadas se dió cuenta que no se trataba de un orni, estos generalmente arrastraban un poco sus garras haciendo un distintivo sello de caminata.

Eso sólo reducía considerablemente las opciones: Prunia, Rotver... ¡¿Sería la princesa?! ¡No podía dejar que la princesa lo cuidara de esa forma! Tentado por la idea frunció el ceño un poco.

Sintió un toque suave en su frente, no una caricia sino como si le estuviera tomando la temperatura, tras sentir el calor de su cuerpo pareció alejar su mano, luego, escuchó como empezó buscar un par de cosas.

Luego acompañaron sonidos que le hicieron adivinar que estaba cocinando, olió caldo de pescado con algas (¡No podía despertar y arrebatarle el plato por más hambre que tuviera!), luego cómo cambió la olla para poner una especie de hierba a hervir en una tetera metálica, a pesar de haber cocinado o preparado bebidas sus movimientos eran muy silenciosos.

Estuvo a punto de volver a quedarse dormido cuando sintió cómo le tomaba de su pico.

Aquellos dedos estaban fríos, ya no podía más, en una sóla acción tomó a la figura desconocida con fuerza, de un rápido movimiento le sometió en el piso mientras aquella presencia daba un grito de sorpresa ahogado en un quejido por el dolor (Un sonido que le pareció algo tierno cosa que jamás admitiría).

-No te atrevas a tocarme o te arrancaré la mano- dijo en lo que abría los ojos con tal de añadir intimidación a su amenaza, sus esmeraldas se cruzaron con los ojos c/ o de t/n -Tú!?- exclamó en sorpresa.

El/la/elle sheikah se liberó del agarre como si estuviera acostumbrado/a/e a esa brusquedad, rápidamente se abalanzó sobre él haciendo que quedara sobre la cama improvisada como si le dijera que si le volvía hacer eso respondería de la misma forma -Yo- respondió con sequedad.

Se apartó, Revali notó que el/la/elle recién llegado/a/e tenía su cuerpo cubierto de vendajes o cicatrices por batallas recientes, sus ojos delataban un par de ojeras y no parecía haber dormido bien los días que el general estuvo fuera de combate.

[COMPLETADO] Durmiente +Revali x Lector/a + Donde viven las historias. Descúbrelo ahora