Capítulo anterior—Todo va a estar bien, ya lo verás, yo estaré contigo—le prometió ella, tratando de darle todo el consuelo posible.
Pero por esa noche y las que fueran suficientes dejaría que su esposo llorara todo lo que él quisiera, lo acompañaría en su duelo sin importarle que alguna vez Stoick Haddock la odió por su apellido y en especial por lo que le hizo a Hiccup; pidiendo internamente también perdón por aquel suceso y también por haber separado, inconscientemente, a un padre de su hijo.
Capítulo 67
Somos familia
Parte 2
La luz de un nuevo día se expandía libre y radiantemente sobre la casa de los Haddock-Hofferson y con ella le acompañaba una suave brisa que agitaba las hojas del enorme árbol hermanito así como a todas las plantas a los alrededores y otros objetos sensibles a su movimiento, tal como las ventanas que vibraban con sutileza cuando el viento chocaba contra ellas o las puertas que no impedían del todo el paso del aire y por debajo de sus maderas se escuchaba como este era lo único que se podía filtrar a la casa.
En la habitación matrimonial, la pareja que la habitaba y que en ese momento yacía dormida era sorda a esos sonidos; sin embargo, conforme la corriente de aire aumentó y con ello el sonido, hizo que ella abriera los ojos.
Un poco adormilada, Astrid levantó lo que pudo de su rostro hacia la ventana viendo que era ya de día, mas desconocía la hora que era debido a que tanto ella como Hiccup habían desactivado las alarmas; pensar en su esposo la hizo bajar de inmediato su mirada donde con una sonrisa observó que él aún dormía recostado sobre su pecho.
Le acarició el cabello con sutileza, recordando que no había sido sencillo que se durmiera, Hiccup estaba muy dolido, tanto, que había llorado casi toda la noche, ni la ropa se había quitado para dormir salvo por su chaqueta y prótesis cuando ambos finalmente se acomodaron en la cama.
La noticia de la muerte de su "suegro" realmente lo había afectado y le había generado cierto sentimiento de culpabilidad que ella no consideró que mereciera, ya que ella lo conocía, así como las circunstancias, pero el que Hiccup se perdonara así mismo sólo dependía de él, por lo pronto ella estaría con él para hacerle saber que todo estaría bien, como él alguna vez estuvo con ella.
Pero por ahora era momento de seguir adelante, pensó acariciando su cabello para finalmente depositar un par de besos en este.
—Sigue durmiendo. —Le susurró, y con delicadeza movió su brazo para poder zafarse de su agarre.
Con extremo cuidado logró separarse de él, Hiccup siguió durmiendo y al parecer sin darse cuenta de todo el movimiento.
Astrid lo arropó con cariño y enseguida entró al baño, llevando con ella un par de toallas, quería ducharse antes de salir de "viaje".
Un par de minutos después, el sutil sonido de la regadera, dejando caer el agua, hizo despertar de un parpadeo a Hiccup, quien algo entumido por la posición en la que había estado dormido se reincorporó dándose un masaje en el cuello.
Se quejó un poco, pues no sólo en el cuello sintió dolor sino también en las piernas y todo por no haberse quitado su grueso pantalón de mezclilla, así como en los ojos que los sentía muy irritados, pero nada de ese dolor se podía comparar con el que ahora sentía su corazón y que no sabía cuánto tiempo le tomaría superarlo, así como había hecho con sus otras desgracias del pasado.
—Ah! Ya te levantaste...
Pero sonrió al ver a la luz que iluminaba sus días, su querida esposa que en ese momento salía solamente envuelta en una pequeña toalla que cubría su cuerpo y otra que cubría su mojado cabello.
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La maldición que nos une (TERMINADA)
FanfictionEn una sociedad oculta y dominada por la magia, un par de jóvenes rivales se verán envueltos en un hechizo del que no se podrán librar tan fácilmente. ¿Cómo deshacerse de un hechizo donde la sangre de ambos está involucrada? (TERMINADA) Portada por:...