N/A gracias por su paciencia o impaciencia. (^.^)/
Capítulo anterior.
—¿Qué fue eso? —se preguntó asustado, viendo como los utensilios en ese pequeño cuarto comenzaron a vibrar y no sólo eso, de repente el mundo que estaba afuera comenzó a agitarse con pánico por el temblor que se sintió por debajo de sus pies.
Entonces volvió su mirada a su compañera y vio lo que sucedía, en medio de su dolor y de su llanto, Astrid estaba expulsando una gran cantidad de egni que apenas era visible para él y el cual estaba provocando un inesperado terremoto.
Asustado, comprendió porque le tenían prohibido llorar.
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Capítulo 25.
Lo que olvidamos
Parte 3
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El piso de maternidad, así como el edificio completo seguía vibrando conforme las lágrimas y gemidos de la entristecida hechicera aumentaban de tono; pronto la gente que aguardaba en el exterior de aquel pequeño espacio comenzó a agitarse también. Alaridos de madres preocupadas, personal médico que trataba de calmarlas y a la vez así mismos, y sobre todo eso, chillidos de recién nacidos que también se estaban alborotando.
—¡ES MI CULPA! ¡TODO ES MI CULPA! —chilló Astrid con más fuerza, haciendo que sus reprimidos sentimientos se vieran reflejados en una vibración más violenta.
El atónito Hiccup estaba perplejo, viendo como el egni de su compañera comenzaba a emanar y a hacerse visible involuntariamente conforme ella se desahogaba, un poder realmente sorprendente a su perspectiva, pues estaba prácticamente haciendo que un edificio completo se moviera, pero además de eso, peligroso, por lo que podría pasar si no la detenía.
Tenía que hacer algo, apretó los dientes mientras trataba de pensar en qué hacer, lo que menos quería era decirle que se calmara cuando él mismo la había incitado a desahogarse, además de que no tenía corazón para quitarle su derecho a llorar a su hijo muerto, porque en definitiva lo necesitaba y mucho, así que, reflexionando sus pros y contras, hizo lo único que se le ocurrió hacer en ese momento:
Se inclinó ligeramente sobre ella, en un intento extraño de tipo de abrazo y que a la vez lo hacía ver como una especie de escudo humano.
Haciendo un gran esfuerzo, Hiccup retuvo el egni de Astrid, expandiendo el suyo como si de una cúpula invisible se tratara. Esa simple acción hizo que el temblor del edificio desapareciera, pero su compañera era tan poderosa, que, aun con su egni retenido, no podía evitar sentir como aquella poderosa energía de color azul se manifestaba y chocaba con su cuerpo con pequeñas descargas eléctricas.
—Astrid, estás... liberando mucho egni. —dijo soportando aquellas punzadas eléctricas. —Puede ser peligroso para ti...
La que yacía debajo de su cuerpo, seguía chillando con sus ojos cubiertos con sus manos, ni siquiera se había dado cuenta de la posición en la que se encontraba aquel al que le decía "Enemigo"
—Por favor, trata de contenerlo... sé que duele, que estás muy dolida, pero no dejes que tú egni se descontrole, por favor, puede haber personas lastimadas.
Astrid hipeó y descubrió sus llorosos ojos, viendo en primera instancia, como el rostro de su "enemigo" estaba muy cerca al de ella, y por detrás de él, su alborotado egni azul, tratando de salir de la cúpula de egni color rojo que lo estaba conteniendo.
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La maldición que nos une (TERMINADA)
FanfictionEn una sociedad oculta y dominada por la magia, un par de jóvenes rivales se verán envueltos en un hechizo del que no se podrán librar tan fácilmente. ¿Cómo deshacerse de un hechizo donde la sangre de ambos está involucrada? (TERMINADA) Portada por:...