La maldición que nos une (TERMINADA)

El pasado ahora es el presente Pt1

Capítulo anterior.

Hiccup, aun consciente de su alrededor, se aferró a Astrid, mientras sentía como si sus cuerpos estuvieran dentro de un torbellino, un torbellino que los arrastró hacia otra dirección y que poco a poco fue acomodando todo a su alrededor, así como a ellos, dejándolos finalmente sobre la azotea de un edificio, en una ciudad que parecía no ser alcanzada por la luz del sol.

Estaban de vuelta en el mundo oculto.

Capítulo 86.

El pasado ahora es el presente.

Parte 1

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"Les devolveremos lo que alguna vez les fue arrebatado"

"Por favor, sigue cuidando a mamá, ella necesita más tiempo para curar su alma"

"Si el destino quiere, nos volveremos a encontrar, hasta entonces..."

"No nos olviden."

"Adiós, papá, mamá"

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Hiccup abrió los ojos dando un sobresalto, lo que había sentido como una especie de torbellino a su alrededor desapareció casi en un parpadeo y para cuando fue capaz de moverse sólo pudo mover su cabeza alrededor, viendo que se encontraba en la cima de un edificio de una ciudad que a su perspectiva llevaba mucho tiempo sin ver.

Estaba en el mundo oculto. ¿Cómo era posible?

Luego, bajó su cabeza para observarla a ella, a Astrid, quien seguía entre sus brazos, pero extrañamente la notaba diferente, su cuerpo irradiaba calor a como la recordaba tan sólo unos minutos atrás, además, su cabellera lucía un tanto limpia pese a la batalla y la ropa que traía puesta no recordaba que fuera esa.

—¿Qué está pasando? ¿Dónde está esa bruja? —se preguntó confundido y un tanto aturdido.

En eso, el cuerpo de su amada comenzó a removerse y él, aun confundido, no podía creer que aun siguiera viva después del daño que había recibido, más eso no le importó cuando la vio moverse cada vez más, como si tratara de despertar de un sueño.

—Astrid...—la llamó sacudiéndola sutilmente.

Ante el movimiento, ella despertó, levantando la cabeza y al hacerlo, Hiccup se asustó por cómo la vio, y ella también reaccionó de una forma similar a la suya.

—No puede ser...

—¿Tú...? —musitó ella igualmente confundida, viéndolo de forma extraña.

Hiccup tragó saliva, comenzando a preocuparse, aunque aquel sentimiento se esfumó de repente cuando ella inesperadamente lo tomó de las mejillas con fuerza y comenzó a analizarlo de arriba a abajo.

—Hiccup... tú... ¡estás bien!

Al escuchar su nombre salir de la boca de ella, hizo que el alma se le devolviera al cuerpo.

—Sí —musitó aliviado, tomándola de las mejillas también, aunque con más delicadeza.

—Pero... ¿qué pasó? ¿Por qué...

Astrid ya no pudo continuar al ver una mueca de tristeza en su marido a quien extrañamente notó más juvenil a como lo recordaba; no tenía ni un rastro de vello facial, su cabello se veía un poco más alborotado, además que vestía elegantemente. Entonces reconoció esa imagen en él, pero, aunque lo hizo se negó a creer lo que eso podría significar; y por eso mentalmente negó verse a sí misma y también a su alrededor, pero por la sensación que sentía en sus piernas se pudo dar cuenta que llevaba una pequeña falda, aunque eso no había sido lo que se había puesto para la batalla, además que todo a su alrededor parecía estar todo bien y no precisamente una zona de batalla.