Capítulo anterior:
Los recuerdos de la noche de karaoke seguían rondando por su cabeza, al ritmo de un retumbar que sentía en las sienes, producto de las primeras bebidas que si tomó por gusto.
Realmente si se la había pasado bien, sólo habían pasado ciertos detalles que no le habían gustado. En primer lugar, la estupidez que había hecho al cantar y en segundo la canción de él. Esas eran las únicas dos cosas que quería olvidar de esa noche.
Pero ¿podría?
Para no pensar más en eso, encendió su celular y entró a la cuenta de esa red social que Ruffnut le había hecho y en donde lo único que tenía publicado era la foto que Minden les había tomado.
Sonrió al ver a sus amigas, cada una con una pequeña etiqueta por encima que decía su nombre.
"Pop"
Escuchó de repente que sonó el aparato, extrañada, vio que era una notificación de un mensaje de esa red social, un mensaje que al abrirlo sólo decía "Hola"
Extrañada de estar recibiendo mensajes por medio de esa plataforma, presionó en donde venía aquel mensaje y la cual la llevó al apartado del "Chat".
No supo si responder o no, puesto que decía en la parte superior que esa persona que le había enviado el mensaje no formaba parte de sus contactos y no sabía si era alguno de sus amigos pues no tenía tampoco una fotografía con que identificarlo.
"¿Adivina quién soy?"
Fue lo siguiente que recibió, y le causó intriga tanto misterio por lo que insegura respondió.
"No sé... ¿quién eres?"
Luego, observó como por debajo del panel de chat, la persona del otro lado del teléfono al parecer estaba escribiendo, y tardó casi dos minutos cuando finalmente respondió con un texto mucho más largo.
Astrid lo leyó intrigada y conforme lo hacía la intriga se le fue esfumando del rostro para darle paso a un sonrojo que se apoderaron de sus mejillas, así como una sonrisita que comenzó a formársele en el rostro.
Cuando terminó de leer el mensaje, otro más llegó con una pregunta.
¿Podríamos vernos?
Ella, entre risitas respondió.
"Tranquilo, ¿por qué no vamos más lento?"
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Capítulo 42
El pretendiente de Astrid
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Viernes 25 de octubre.
Pasaban un poco más de las 8 de la noche en la casa Haddock – Hofferson en donde todo marchaba con normalidad o eso parecía. En la sala, Hiccup había perdido la cuenta de las veces en que había volteado a ver el reloj y conforme avanzaban los minutos y estos se convertían en horas más se preocupaba.
El motivo: Astrid había salido a hacer unas entregas horas antes de que él regresara de su trabajo y era hora de que aún no regresaba. Algo muy extraño por parte de la hechicera. Empezando por el hecho de que ella no le había avisado que saldría como lo solía hacer; generalmente, su amiga siempre le avisaba un día antes lo que haría y también un aproximado de cuanto tardaría y, bastaba su palabra para que él se sintiera tranquilo, pero, ahora, ni siquiera le había comentado nada.
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La maldición que nos une (TERMINADA)
FanfictionEn una sociedad oculta y dominada por la magia, un par de jóvenes rivales se verán envueltos en un hechizo del que no se podrán librar tan fácilmente. ¿Cómo deshacerse de un hechizo donde la sangre de ambos está involucrada? (TERMINADA) Portada por:...