Odio

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Hola.

Aquí les traigo otro fragmento de capítulo, pensaba hacerlo más largo, pero le corté ya que sigo trabajando en la otra mitad que, si la termino, igual lo público el día de hoy.

Que lo disfruten.

Capítulo 3.

Odio.

Año 2009.

Palacio de justicia.

A un mes después de la sentencia de Drago Bludvist, las familias Haddock y Hofferson tuvieron la necesidad de acudir nuevamente a la corte debido a una audiencia a las que fueron requeridos tanto padres como hijos involucrados.

Las intenciones de la reunión radicaban en que el rey quería cerciorarse de que su condena se hubiera cumplido al pie de la letra y para eso necesitaba verlo con sus propios ojos.

—Y... Stoick... ¿Cuál es el reporte?

El heredero de la casa Haddock se levantó de su asiento, se ajustó la corbata roja del traje formal color azul que llevaba y que poco se le veía debido a la prominente barba, y tomó unos papeles que estaban frente a la mesa en donde se encontraba, aun lado de él estaba el aburrido Hiccup vestido de igual forma, tal como lo dictaban los códigos de vestimenta.

—El total de daños reparados que fueron absorbidos sumó un total de $250, 000 coronas de oro, con las cuales se repararon los daños ocasionados en el escenario, instalación de alumbramiento y de agua, además que se compraron muebles nuevos e instrumentos musicales y demás cosas... aquí está todo descrito. —explicó extendiendo de mala gana un folder hacia su enemigo.

Axel, que se encontraba en la mesa contraria, se puso de pie e igualmente se acomodó la corbata emitiendo un ligero carraspeo al hacerlo, a su lado estaba la impaciente Astrid vestida como toda una recatada dama, de falda por debajo de las rodillas, saco de color negro y botas del mismo color.

—Y Axel... ¿tienes algo para los Haddock? —preguntó Drago divirtiéndose un poco con toda la situación.

El heredero de casa Hofferson resopló para sus adentros.

—Por supuesto rey. —respondió muy apenas y de su abrigo sacó un sobre. —Aquí está la invitación a la inauguración para Hiccup Haddock, en una mesa exclusiva frente al escenario y con derecho a invitar a un acompañante, el cual, si me permiten realizar una sugerencia, espero sea el vástago menor de los Grimborn ya que era él el que se encontraba en el lugar el día del incidente.

—Aw... que considerado Axel. —rio discretamente el rey. —¿Qué respondes Stoick?

—Acepto. —respondió este tomando de mala gana la invitación mientras que su rival hacia lo mismo con los papeles que él le daba.

—¿Ven que sencillo era...? me alegra que todo este ridículo asunto haya terminado. No espero que se hagan amigos ni nada por el estilo porque sé que no pasará, pero si les pido prudencia cuando se trate del bienestar de los demás. ¡¿Entendieron?! —gritó Drago dirigiéndose especialmente a los jóvenes.

—Entendido. —respondieron estos poniéndose de pie y dando sus debidos respetos al igual que sus padres que inclinaron sus cabezas hacia su rey.

—Ahora, ustedes dos, Hiccup y Astrid salgan por unos momentos, tengo que hablar de algo con sus padres.

Los jóvenes solamente asintieron y salieron del recinto, mientras que Axel y Stoick no tenían ni la menor idea de qué más podrían tratar con el rey.

.

.

—Bien, entonces creo que nos veremos hoy por la tarde. Baila bonito Hofferson. —se empezó a burlar Hiccup una vez que salieron de la habitación de la corte y ambos se vieron solos en el pasillo.

La maldición que nos une (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora