Capítulo anterior...
—No te vayas, no nos dejes...—lloraba Zephyr aferrándose a su pantalón. —Prometo que me portaré bien, no tienes por qué llevarme a la escuela si no quieres, pero no te vayas.
A Hiccup se le rompió el corazón verla así, pues era como ver un reflejo de él mismo en su niñez, cuando por más que rogó, no pudo hacer que su madre se quedara con él.
No tenía tan frio el corazón como para dejarla así tan triste, por lo que se agachó a su altura y la tomó entre sus brazos. Zephyr, rápidamente se aferró a su cuello sin poder parar su lloriqueo, a lo que Hiccup instintivamente reaccionó meciéndola gentilmente.
En el umbral de la puerta, vio que su enemiga estaba en la misma condición, tenía a Nuffink entre sus brazos, y este le estaba rogando que no se fuera y, ella, aunque se veía asustada, se lo prometía entre arrullos.
Él no era capaz aun de hacer algo así; sin embargo, se limitó a caminar de vuelta a la casa con Zephyr entre sus brazos.
Solo esperaba tener la suficiente cordura para enfrentar lo que se aproximaba.
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Capítulo 18
Mágica Navidad
Viernes 21 de diciembre, 05:30 p.m.
Una melodiosa canción hacía eco por todos los corredores de una escuela primaria que deslumbraba por la ausencia de sus alumnos, claro está, a excepción de aquellos que se encontraban en el salón de canto y que, con un armonioso ritmo, terminaron la canción al compás de las ultimas notas tocadas en un piano.
—Excelente trabajo niños, ¡todos lo hicieron excelente!
Los apenados niños se sonrojaron con las alabanzas y aplausos de sus maestros, en especial una pequeña niña que recién se había integrado en el coro.
—Y un aplauso también a nuestra estrella naciente. —señaló Alberick a la niña que se encontraba justo en el centro del grupito de niños que iban hacia la izquierda.
La enrojecida Zephyr no pudo evitar bajar la cabeza completamente apenada cuando todos sus compañeros la rodearon para aplaudirle. Apenas unos días atrás había decidido que cantaría sólo una canción con el resto del coro, y Alberick no había perdido el tiempo y la colocó junto con el grupo que conformaban a los sopranos, en donde claramente sobresalió inesperadamente por sobre el resto.
—Estoy seguro de que la presentación de este año será inolvidable. —continuó el maestro con su discurso. —Y lo que me recuerda, niños, ya tengo las invitaciones para sus padres, así que hagan una fila para poder entregárselas, cuando la tengan, les pido por favor que tomen un pupitre y lo coloquen alrededor del salón, hay una dinámica que Mako y yo queremos hacer antes de que se vayan.
Los niños fruncieron sus entrecejos un tanto confundidos; sin embargo, se limitaron a hacer lo que el mayor había pedido. Formados ordenadamente, a cada uno se le hizo la entrega de la invitación.
Zephyr se sintió ensoñada cuando le entregaron la suya, ya que había ansiado eso desde hace mucho tiempo; pero al ver los nombres que estaban en la etiqueta no pudo evitar sentirse triste.
"Sr. Hiccup Haddock y Sra. Astrid Haddock"
Tan absorta se quedó pensando en las personas que ahora usurpaban el puesto de sus padres, que ni cuenta se dio cuando movió su pupitre y lo acomodó a un lado de una compañera.
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La maldición que nos une (TERMINADA)
FanfictionEn una sociedad oculta y dominada por la magia, un par de jóvenes rivales se verán envueltos en un hechizo del que no se podrán librar tan fácilmente. ¿Cómo deshacerse de un hechizo donde la sangre de ambos está involucrada? (TERMINADA) Portada por:...