El pasado es el presente pt 2

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Capítulo anterior

—No tenemos oportunidad contra ellos, no sin un plan, y Hiccup y Astrid... —gruñó. —Me temo que por el momento tendrán que quedarse con sus familias.

Toothless comprendió lo que su pareja quiso decir, y con pesar solo vio como aquella luz que los había sacado al mundo donde estaba Berk se alejaba más y más de él.

Capítulo 87

El pasado ahora es el presente.

Parte 2.

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Palacio de Justicia.

—Caso # 34571H Hofferson vs Haddock, se abre la sesión. —leyó el moderador en sus registros. —Todos de pie ante el rey y juez Drago Bludvist.

Las 4 personas que estaban en la corte se pusieron de pie para recibir al susodicho, quien imponente como siempre hizo acto de presencia para tomar el lugar que le correspondía.

Las dos "victimas" y a la vez "acusados" se plancharon sus trajes con las manos para dar una buena impresión al rey, mientras que detrás de ellos sus acompañantes se limitaron a mantenerse quietos y en silencio.

—Otra vez aquí... —bufó Drago con fastidio. —¿No les bastó con el desastre que ocasionaron días atrás? Aún tengo un agujero negro que no se ha podido cerrar y una arma muy peligrosa en manos de un sujeto desconocido. Den gracias a los dioses que el agujero que daba vista a ese otro mundo se cerró después de que regresamos. 

—Lo sentimos, mi señor. —habló Axel Hofferson. —En nombre de mi familia nos disculpamos. —aclaró señalando a su hija mayor, la cual aguardaba en las bancas traseras.

—Lo mismo, su majestad. —dijo Stoick Haddock. —Mi padre y yo...—señaló al que estaba detrás de él. —... estamos apenados con lo sucedido, cualquier cosa que podamos hacer, ya sabe que estamos a su entera disposición.

—Sí, claro... —balbuceó Drago con aburrimiento, siempre escuchaba esa clase de cosas. —Bien, entonces procedamos... ¿Por qué estamos aquí otra vez? Hofferson... ¿Ahora de qué acusas a los Haddock?

Axel carraspeó para aclararse la voz.

—Señor, mi hija Astrid...

—¿Astrid ya despertó? —interrumpió el rey.

—Sí, desde hace un par... de días, señor. —respondió este titubeante.

—¡¿Y por qué demonios no la has traído a declarar?! ¡Ella es una potencial testigo y también sospechosa sobre los eventos que se dieron día atrás en la ciudad, además de que puede estar implicada en el hurto de un arma muy peligrosa!

Los Haddock rieron al ver como Hofferson era regañado; sin embargo, dejaron de hacerlo cuando el rey también los vio con reproche, puesto que el heredero de ellos también estaba siendo señalado por dichos delitos.

—Señor, no pretendo ocultar a mi hija; sin embargo, el motivo por el cual no ha podido ir a declarar es precisamente porque desde que despertó no ha dejado de decir incoherencias.

—¿Qué clase de incoherencias?

—Despertó haciendo un escándalo, pidiendo ver a sus "hijos". —explicó el hombre inquieto, haciendo unas comillas con sus dedos. — Diciendo que debía buscarlos en su casa en un lugar llamado Berk.

—¿Hijos, Berk? —Drago también se mostró confundido.

—Con todo respeto, señor. —interrumpió Stoick. —Si la loca hija de los Hofferson dice tonterías, ¿Qué tiene mi familia que ver en todo esto?

La maldición que nos une (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora