La maldición que nos une (TERMINADA)

La decisión

Tarde como de costumbre, pero aquí esta. 🤗

Capítulo anterior.

—¡¿Cuándo les van a decir a sus hijos la verdad?! —terminó la desesperada Stormfly por él.

Hiccup y Astrid se miraron entre sí, y nuevamente como si se estuvieran comunicando con sólo verse, él tomó la palabra.

—Estamos buscando la manera de cómo decírselos. —respondió Hiccup con tranquilidad.

—¿Buscando una manera? ¿A qué se refieren? Si sólo basta con decirles la verdad y ya, ellos son unos niños muy inteligentes y lo entenderán. —opinó Alúmini.

—Nos consta que ellos son así, pero... hay una parte que tal vez les cueste trabajo comprender. —continuó Astrid.

—¿Qué parte? —preguntó Stormfly sin entender.

Hiccup suspiró.

—La parte de decirles que Astrid y yo...—señaló, así como a su compañera. —No nos amamos realmente.

Los guía emitieron un grito ahogado, y la albina fue la que especialmente se decepcionó por ver que sus teorías estaban incorrectas.

—Amigos...—resopló Hiccup. —Astrid y yo ya lo hemos pensado mucho y también lo hemos hablado seriamente y...hemos llegado a una conclusión y a un acuerdo.

—¿Qué cosa? —tragó Toothless saliva.

—¡Hemos decidido divorciarnos!

Capítulo 31

La decisión.

Horas antes.

Como todo primer día de clases, la zona escolar era un total caos con todos los vehículos pertenecientes a padres que acompañaban a sus hijos a la ceremonia de bienvenida que se solía dar en la escuela cada inicio de ciclo.

Fue difícil para la familia Haddock -Hofferson encontrar un lugar en donde estacionar el auto, pero después de dar algunas vueltas alrededor de la zona que comprendía la escuela, encontraron un lugar donde aparcarlo.

Después, como todos unos padres primerizos, Hiccup y Astrid quisieron tomarse un par de fotografías con sus hijos. Se rolaron para hacer la sesión fotográfica con los pequeños respectivamente, teniendo como resultado un par de fotografías en la entrada de la escuela, y finalmente una de toda la familia, que fue tomada por un desconocido que se ofreció al verlos tan animados, claro está que ambos hechiceros, mantuvieron su distancia colocándose a un lado de Zephyr y Nuffink respectivamente. Una vez terminada la sesión, entraron a la escuela repleta de niños y padres.

—Me recuerda al primer día en la academia. —comentó la burlona Astrid, quien llevaba a Nuffink de la mano, mientras que con la otra arrastraba la mochila de carrito que tenía todos sus materiales.

—Ah, sí... ese día. —recordó Hiccup con sarcasmo, trayendo más que nada a su mente ese recuerdo en donde cometió la estupidez de cortarle el cabello a su compañera.

—¿En el mundo oculto también hay escuelas? —preguntó Zephyr, tomada de la mano de Hiccup y muy pendiente de la plática de estos dos.

—Por supuesto. Claro que no enseñaban lo que tú aprendes aquí, bueno algunas cosas sí, pero era más especializada en enseñar el arte de la magia y hechicería.

—¿Y te enseñaban a pelear? —preguntó Nuffink fascinado.

—Sí, algo. —respondió Hiccup. —Pero eso era en los grados más avanzados. En los primeros años lo que nos enseñaban era, entre algunas cosas, a controlar el egni y a establecer una conexión con nuestros guías.