La maldición que nos une (TERMINADA)

El amor jamás se olvidará

Capítulo anterior.

Mientras tanto, Stormfl y, voló sin parar hasta que por fin llegó a la casa, viendo primeramente que todas las luces ya se encontraban apagadas, lo cual significaba que ya todos sus residentes dormían.

Entrando a la propiedad y pasando por la barrera mágica, la nadder se posó en una de las ramas del árbol hermanito, una que daba vista justo a la ventana de la habitación de su amiga, donde claramente pudo apreciarla ya dormida.

Verla, le causó remordimiento y dolor.

—Perdóname, Astrid, pero ya no sé si quiero esto.

Capítulo 40.

El amor jamás se olvidará.

Martes, 24 septiembre 2019

La quietud reinaba en la cocina del hogar de los Haddock – Hofferson, los responsables de la familia se dedicaban a preparar el desayuno para los menores, mientras que los guías de estos esperaban en silencio en la mesa.

Astrid y Hiccup notaron extraño el comportamiento de sus guías, pero con las prisas que tenían y las labores que les demandaba el día no les dio oportunidad de preguntar, ya que al cabo de unos minutos después el padre de familia tuvo que irse a su trabajo y la madre se encargó de atender a los niños; sin embargo, durante todo ese lapso, los guías permanecieron en silencio.

Stormfly a diferencia de los días anteriores lucía enojada y seria, Toothless por alguna razón molesto y Alúmini se mostraba preocupada.

Para cuando Astrid quiso preguntar, llegó el momento de llevar a los niños a la escuela.

—Niños, vayan por su mochila, es hora de irnos.

Los menores, atendiendo las ordenes de su mayor, dejaron su lugar en la mesa para correr por sus respectivas cosas.

—Alúmini, Toothless los espero allá afuera en el auto. —avisó como de costumbre antes de ir detrás de los niños.

Quedándose los guías solos en la cocina, el primero en ponerse de pie fue el guía de Hiccup.

—Más vale que le digas a Astrid lo que pasa. —susurró a la que picoteaba su comida, totalmente desganada.

—Deja de meterte en lo que no te importa, yo se lo diré cuando quiera. —respondió esta con su ya característica agresividad.

—Tienes esta semana para acabar con esto. —amenazó por último este, dándole la espalda para salir de la cocina.

Sólo se quedaron Alúmini y Stormfly, la primera nerviosa y preocupada por la actitud que estaba tomando su pareja.

—Stormfly...

—¿Tú también? —la interrumpió esta molesta.

La albina tragó saliva.

—No, yo...

"Alúmini ya vámonos" —escuchó la voz de Astrid desde la entrada principal.

La aludida se levantó de su asiento casi de un brinco.

—Stormfly, no sé qué le pasa a Toothless, pero hablaré con él.

La nadder resopló y evitó verla, no le creía.

—Y quiero decirte... que no entiendo mucho de lo que está pasando, pero... me parece que es muy bonito.

Dicho esto, abandonó la cocina con prisa, dejando a la nadder estupefacta desde su asiento.