Capítulo 20

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La vecinita tiene antojo

—¡¿Que haces tu aquí?!—pregunto irritada .

—Yo vivo aquí pequeña abusadora —responde con una sonrisa en los labios.

Alejandro Smith es como Roma . Todos los caminos me llevan a él. Y si piensan que eso es bueno pues no , se supone que estoy cambiando mi vida porque lo más probable sea que su padre mato al mío.

—De verdad que mi suerte es como la de Tom —se apoya en una esquina del ring y me quedo viendo sus puños vendados.

—¿Quien es Tom? Otro con el que.....—se calla antes de terminar la frase .

No soy estúpida, obviamente me di cuenta de lo que iba a decir.

—Es el de los animados —dejo mi botella y mi teléfono de lado y me subo a la plataforma.

—Lo se , tengo una sobrina —paso por delante de él.

—Y yo —ven los que les digo , hasta tenemos una sobrina en común.

¡¿Cual es la puta broma de la vida?!

—¿Que haces aquí? —pregunta y avanza por los bordes de el ring.

—Yo pregunte primero —hago lo mismo que el .

Los dos parecemos contrincantes , solo caminamos en círculos sin despegar la mirada uno del otro .

—Y te respondí,ahora es tu turno

Se cruza de brazos , la carabela de su brazo izquierdo es grande y resalta junto a varios detalles y tribales. 

—Me acabo de mudar—pongo las manos en jarras .

Esta muy equivocado si piensa que me va a intimidar porque en estos instantes parece un boxeador profesional y el que mida 1.90 no ayuda .

—¿Ahora quien acosa a quien?—sonríe de medio lado y mis venas hierven de rabia .

¡Cómo se atreve!

—Ni siquiera sabía que vivías en este condominio,pero si te sirve de consuelo , en caso de haberlo sabido, preferiría vivir en un puente viejo a ser tu vecina .

Se acerca a mi y retrocedo rápidamente, mi espalda impactando con las mallas del cuadrilátero.

—Todavía estás a tiempo —se acerca cada vez más.

Este hombre de verdad no tiene noción del peligro que corre .

—Loco tu si esperas que me voy a mudar solo porque tu casa está  cerca —me acorrala entre sus brazos y la loción masculina mezclada con el sudor previo del ejercicio me deja aturdida. 

—Es eso o atenerte a las consecuencias de verme todos los días —ruedo los ojos.

—Uyy que miedo. Mira como tiemblo— muevo mis manos en su cara .

Aprovecha para agarrarlas con una mano y dejarlas por encima de mi cabeza. Su aliento roza mi cara , deja la mano restante en mi espalda baja descubierta y si me besa no respondo.

No debí ponerme un top , ahora me arde la piel ante su tacto .

—¿Ves como si estás temblando? Y no precisamente de miedo.

La ira me ciega y no puedo creer como caí en su trampa. Mi rodilla va a parar a su entrepierna .

La sorpresa hace que me suelte y se retuerza en el suelo aguantando sus pobres bolas.

Intento irme , ya le pegue a alguien y ese era mi objetivo,pero aquí el señorito tenia otro planes cuando me tira al duro piso. 

—¡Bestia! —pataleo todo lo que puedo ,pero es casi imposible, me tiene inmovilizada .

¡ En Sus Marcas, Listos... Te Odio ! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora