New York
La azafata pasó para comprobar que tuviéramos los cinturones de seguridad puestos . Al principio me costó ponerlo y eso fue algo que mi jefe notó.
—¿Te ayudo?
— No es necesario—aseguré
— Claro que sí la necesitas
— No gracias , yo puedo sola.
Forcejee un poco mas con el broche ,hasta que sentí una pequeña corriente eléctrica en mis dedos
Eran las manos de Alejandro ¿porque mi cuerpo reaccionaba así? No lo sé. Quizás tenga hambre. Yo siempre tengo hambre.
¡Vamos Verónica! Deja de ser tan paranoica.
Dejé que me abrochara el cinturón, era inevitable discutir con el, todo para demostrarme que yo y ese tipo no teníamos química o alguna ridiculez parecida.
— ¿Nunca te habías subido en un avión? — su pregunta me parece un tanto inoportuna.
—No —Mi respuesta es un poco seca pero estoy algo molesta conmigo misma.
Si me había subido antes. Pero eso fue hace más de una década. No es algo que sea de su interés.
— No te preocupes no pasará nada ,el avión es el transporte más seguro.
— Si claro — Comentario sarcástico
—Señores pasajeros estamos a punto de despegar
Las palabras a través del intercomunicador me dieron escalofríos.
— ¿Lista señorita?
¿Por que me llama así?
"Pregúntale"
— ¡NO! grito tan alto que seguro se escuchó en la cabina.
Olvídate, estoy que me muero.
— Tranquila no te pasará nada.
— ¡Y si se cae y me muero ,no por favor, dile que pare vete tú y yo iré en mi auto! Paren todo ¡Me largo!
Mis gritos retumban por el reducido espacio , siento que me asfixio. Ahora seguramente lo escucho todo el aeropuerto.
— ¿Señor pasa algo?— Pregunta la azafata.
¿Ella es sorda? ¿No escuchó que casi me muero?
— No ,no pasa nada, la señorita está un poco nerviosa. Dígale al piloto que puede proseguir .
— Escucha ,tranquila no te preocupes. Dame la mano — Vacilo un momento en dársela o no ,pero decido al final tomarla.
— No me sueltes — estoy tan nerviosa que ni me percate que la corriente volvió.
— Ahora mírame — no puedo evitar fijarme en sus ojos.
Debo admitir que color turquesa contrastan a la perfección con su pelo negro . E incluso admitiría, si no me cayese mal, que eran los ojos más impresionantes que había visto en mi vida.
Pero como si lo hace, no hay unos más lindos que los míos.
— Ahora mira por la ventana— me mataban las ganas de decirle que no.
Estoy sentada del lado derecho pegada a la ventanilla del avión, nada más suicida que mirar por la ventanilla. Ese cielo tan amplio y tan alto, tan espacioso, una caída al vacío sin precedentes y quedas peor que chándal de ir al gym.
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¡ En Sus Marcas, Listos... Te Odio !
De Todo-Quiero corromper tu alma, saciarme de tu piel y luego, destrozarte en mil pedazos. ¿Me dejas? - ¿Follas bien?- noto como se intensifica la sonrisa en sus labios. - Muy bien - presume con arrogancia -Corrompeme todo lo que quieras.