Capítulo 32

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Vete

—Verónica, dije a las 8:00 en punto no a las y media—gritan desde la sala.

Ahh, los hombres nunca nos entienden. Si nos queremos ver bellas necesitamos tiempo y en lo que fui a la universidad a recoger las notas del trabajo al regresar no pude apresurarme.

Termino aplicándome loción corporal y salgo a toda marcha, un minuto más y Alejandro se tira del balcón seguro.

—Tranquilo , ya vámonos —sonrió complacida por mi aspecto.

—Hermosa como siempre, ahora , andando—me indica la salida no sin antes besarme .

Se limpia los labios al notar la sustancia pegajosa ,entramos al ascensor y sigue relamiendo sus labios de forma graciosa.

—Es muy tarde para decirte que llevo gloss, siempre llevo gloss—se mira en el espejo y voltea mi cuerpo rodeandome por la cintura.

Nuestra imagen queda perfectamente reflejada a tamaño completo y aprovecho para retocarme el peinado.

Saca del interior de su saco el móvil y toma una foto ,varias a decir verdad, una sonriendo ,otra serios , basándonos, y haciendo caras divertidas.

—Es la primera vez que hacemos esto—me enseña su celular .

Lo tomo en las manos recordando el mal sabor que me dejó la última vez que lo tuve .

—No es cierto, yo hice la primera foto,junto a Mila,¿recuerdas?—le resta importancia.

Le molesta no se el el primero en todo y eso es algo que ambos debemos cambiar ,porque yo soy demasiado competitiva.

Salimos a la entrada del edificio donde está un impresionante Mustang gris.

—¿Puedo conducir?—pregunto aún sabiendo la respuesta.

—No—rotundo y conciso salió su negativa.

Cuida más sus autos que a mi.

"Quiero ser un auto en estos momentos"

—¿A dónde vamos?—bajo la ventanilla abrumada por el calor .

¿Dónde estaba el aire acondicionado?

—Mañana salgo de viaje a Miami —da la vuelta a la rotonda y esquiva un camión.

Me quedo un rato mirándome los zapatos ,el nudo en mi garganta me impide respirar, pase de tener calor a sudar frío y una vez más abrir la ventana no fue tan buena idea.

Volteo contrariada por mis pensamientos y sin lugar a duda estoy odiando el que se marche en estos momentos. Sus ojos parecen incluso más claros a estas alturas y es imposible no perderse en el cielo que desencadena una bruma de posibilidades.

—¿Quieres decir algo?—pregunta serio.

—¿Qué quieres que diga?—aliso los pliegues del vestido rosa pálido.

Odio no saber que decir en estos momentos, parezco tonta .

—No se—encoge sus hombros —¿un te voy a extrañar mucho Daddy Alejandro?

Suelto una carcajada que un poco más y parezco retrasada mental . Este hombre necesita clases de humildad urgente.

—No lo voy hacer —niego en lo que aparca su auto en la entrada del "Joes Parton"

—Ya veremos—sale del auto sonriendo y le entrega las llaves al chico de uniforme.

No tardamos nada en llegar al restaurante, el que este relativamente cerca ayuda a que asista a el varias veces.

¡ En Sus Marcas, Listos... Te Odio ! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora