97. ᴘᴀʀᴛɪᴅᴀ ᴅᴏʙʟᴇ

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๛Por más que Soobin se esforzaba en oír las indicaciones de su suegro no conseguía concentrarse sabiendo que a sólo unas habitaciones de la suya estaba Yeonjun.

Por más ridícula que le pareciera la tradición, no había conseguido evitar que su suegro más controlador los tuviera durmiendo en habitaciones separada antes de la boda.

Como si de alguna manera Soobin pudiese robarle la inocencia a su niño antes de la boda.

Como si Yeonjun quien se había convertido en la comadre del policía bueno no le hubiera dicho que llevaban años teniendo relaciones.

Soobin no entendía a quienes querían engañar, pero igualmente le había seguido el juego a su suegro y llevaba ya un par de noches sin dormir con su prometido.

Como si no bastara con eso su traje, el cual había decidido fuese seleccionado por su suegro en medio de uno de sus arrebatos por agradar al policía bueno, era totalmente blanco como si de alguna manera intentara presumir la pureza que ya no tenía y sabía que no podría recuperar jamás teniendo a semejante descarado por esposo.

No estaba seguro de si iba a casarse o lo iban a meter en una jaula con una rama de olivo en la boca para liberarlo y que volará lejos al terminar la ceremonia.

No tenía la más mínima idea del color del traje de su prometido, Yeonjun le había explicado detalladamente y con algunos recibos y cotizaciones en mano lo mala que era su decisión de comprar un traje tan costoso.

Asegurando que lo mejor era guardar ese dinero y utilizar el antiguo traje que su padre utilizó el día de su boda.

Allí había estado el nuevo problema, Soobin había visto el traje antes de tiempo en la boda de sus suegros así que no era una opción que Yeonjun lo utilizara, creando una histeria colectiva entre las damas de honor, su suegro y las tías de Yeonjun.

Yi-seo ni siquiera se había molestado en mostrarse preocupada cumpliendo perfectamente bien su rol como padrino irresponsable de Yeonjun

Aún ostentaba el título de padrino en lugar de ser una dama de honor, asegurando que no pretendía ser la ridícula que lloraría por el pobre diablo, que usaría un vestido pomposo o que le arrancaría de las manos el ramillete a alguna desesperada que esperara amarrar a su prometido.

Suspiró frustrado al sentir el móvil de Eun-ji vibrar en uno de los bolsillos de su traje, o tal vez podría ser el de su suegro.

Kim entusiasta le había quitado el móvil a ambos, asegurando que no tenían nada más interesante que hacer ese día que compartir la alegría de Yeonjun y le había dado ambos móviles a Soobin, sabiendo que jamás se les ocurriría pensar que el podía tenerlos para ir a recuperarlos.

El cocinero era todo un estratega al parecer de Soobin, incluso les había quitado las fundas a los móviles para que no los pudieran reconocer a simple vista si es que Soobin llegaba a sacarlos por error de su bolsillo.

──¿Por qué en un teatro? ── preguntó a su suegro nuevamente por su elección de centro de eventos al ver las luces parpadear en repetidas ocasiones intentando avisarles que la función comenzaría pronto

──¿Por qué no podría ser en un teatro? ── señaló Taehyung ── todo love precioso y perfecto, es como una obra perfecta

Eso no tenía sentido en lo más mínimo para Soobin.

──¿Su traje también es blanco? ── preguntó sabiendo que la abuela paterna de su prometido había decidido pagar un traje nuevo ya que su tacaño novio no había querido gastar absolutamente nada por ahorrar para el futuro

Peaches and Cream // Libro N#2 KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora