34. sᴜᴘᴇʀᴀɴᴅᴏ ᴇʟ ᴇsᴛʀᴇs

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๛Taehyung seguía sintiendo aquel malestar en su pecho al regresar a casa luego de aquella espantosa crisis de pánico que había sufrido frente a su esposo y sus amigos.

Había intentado con todas sus fuerzas mostrarse calmado frente a sus hijos y los demás niños, quienes a pocos minutos de su regreso a casa habían decidido ir a dormir temprano, probablemente notando por su semblante que no estaba teniendo un buen momento.

Como ya era costumbre arropó a sus niños antes de dormir, sintiéndose un tanto dubitativo al llegar a la habitación que compartiría su hija con Yi-seo y Byul-yi.

Ambas adolescentes estaban ya acostadas para cuando Taehyung golpeó la puerta pidiendo autorización para entrar y no parecían incómodas por la petición del cocinero de entrar para arropar igualmente a Eun-ji.

Taehyung permaneció allí más tiempo del que esperaba, sólo sentado a su lado haciéndole compañía hasta que su durmiera mientras sólo la observaba.

Aquel malestar en su pecho continuaba creciendo.

Acarició su cabello viéndola cubrir gran parte de su cabeza entre sueños, el había conversado bastante con ella.

Sólo de asuntos al azar, no quería mostrarse invasivo y esperaba que cuando ella se sintiera preparada para hablarle un poco más sobre su vida lo hiciera.

Luego de dejar un beso en su coronilla y asegurarse que estaba totalmente dormida finalmente fue hasta su habitación para intentar dormir.

No había funcionado, despertaba cada pocos minutos totalmente sudado y sobre saltando a su esposo, quien según notó luego de la tercera vez que había despertado no estaba durmiendo absolutamente sólo para estar atento a cada vez que esas horribles pesadillas lo despertaban.

Jungkook estaba temiendo tener que cancelar el bautizo del bebé, sabiendo que si el decidía hacerlo debía al menos dar una justificación creíble.

No podía simplemente comentar algo como lo que había señalado Jimin a Taehyung de manera tan irresponsable, habiendo conocido el carácter impulsivo e impredecible de los lugareños.

Y es que aquello eran sólo suposiciones, nada estaba comprobado pero era consiente de que ellos no se detendrían a esperar por una confirmación, simplemente irían sobre el hombre sin dudar.

El mismo quería sólo ir a arrancar la cabeza de ese hombre, sólo por el trato que había tenido hacia Eun-ji durante los pocos minutos que le había visto.

Sus padres y hermana llegarían al día siguiente y aquello era preocupante, ya que conocían bastante bien la personalidad entusiasta de su esposo, sería muy difícil ocultar su deplorable estado de ánimo.

Eso sin contar igualmente a Namjoon y Seokjin, quien no tenía sutileza alguna para preguntar a quien sea lo que se le viniera a la mente sin detenerse a pensar antes de hablar.

Sería sólo un día, ya luego de eso ellos regresaran y Jungkook podría seguir lidiando con el caos en su familia.

El cirujano no se consideraba bueno lidiando con niños, el había considerado acercarse a la niña para hacerle saber que sería más que bienvenida a unirse a su familia, pero no podía ser irracional y sólo hablar sin tener en consideración los planes que tenía su esposo.

Para Jungkook era bastante obvio que esa niña no había recibido el amor y la atención que debería, no esperaba oír cosas buenas luego de sus evaluaciones físicas y psicológicas.

Sólo podía rogar a los dioses que no fuera tan malo, por el bienestar emocional de su esposo e igualmente por el suyo propio.

Hasta esa noche el casi había olvidado lo que era no conseguir dormirse plácidamente junto a su esposo, no se había sentido así de afligido desde los días previos a la última cirugía del cocinero.

Peaches and Cream // Libro N#2 KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora