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—¿Quieres que parezca un Fásmido? —Miré con terror lo que colgaba de las manos de Olivia.

—¿Para que tienes este arma mortal si no vas a usarlo? —Lanzó la falda a mis manos y la sostuve indecisa —Te la robaría pero una pierna mía es como tres veces la tuya.

—Úsalo con este suéter y mantendrás el equilibrio —Margo me ofreció un suéter blanco tejido de cuello alto, angosto de las mangas y del torso.

—¿Por qué usamos faldas si hace un frío de los mil demonios allá fuera? —Lloriqueé mientras aceptaba el suéter.

—Porque nos vemos empoderadas —Margo acomodo la falda de su vestido.

Era color chocolate, corto y ajustado a su cuerpo con un diseño fruncido, sobre él cargaba una chaqueta de cuero sintético, su cabello alaciado y su foxy eyes la hacía lucir unos tres años mayor, de la buena manera.
Olivia por su parte tenía una falda blanca que parecía plástico y una blusa roja tipo satín, ambos tonos hacían resaltar su piel oscura de forma espectacular, al igual que su figura y su cabello chico estaba recogido en un tipo de coleta alborotada.

—Creo que a su lado yo pareceré una niña de trece años pegada como chicle a sus hermanas mayores.

—No seas ridícula y vístete —Oli dio palmadas mientras daba la orden —Van pasara por nosotras en media hora y todavía debemos de maquillarte, creo que necesitas un delineado... y mucho rubor.

Me puse de mala gana la falda que me ofrecieron, era de cuero negro con cremallera y botón en la parte delantera, la había comprado hace un año solo porque era la última en la tienda y justo era de mi talla, Oli me convenció de que luciría espectacular en mí pero aún así, esa era la primera vez que la usaba. Además, dejaba ver los pequeños moretones en mis piernas que insistían en salir solos, ya eran parte de mí.

—¿Te caíste de las escaleras? —Preguntó Oli tocando uno —No importa, nadie lo notará, con suerte el lugar no tendrá tan buena luz.

Me puse el suéter y Margo me ayudó a fajarlo un poco, las miradas de mis amigas eran de aprobación, me puse unos botines negros y dejé que hicieran lo que quisieran con mi rostro hasta que el timbre de entrada sonó, suponiendo que era Vanilik, y por supuesto, era ella, por su parte, llevaba un vestido negro y ajustado, un auto esperaba detrás de ella con las luces encendidas.

—¡Estas fantástica, Van! —Oli abrazó a su amiga y le dio un beso en la mejilla.

—¿Ya te viste en un espejo, Olivo?, ¡tú pareces diosa! —Vanilik le sonrió abiertamente y después se dirigió a nosotras —Ustedes también, chicas.

—Gracias —Mi sonrisa fue de gratitud y timidez —Esta es Margo, amiga de la preparatoria.

—Que gusto —Vanilik sonrió a Margo —Soy Vanilik, pero por favor llámame Van.

Margo le devolvió el saludo y seguimos a Vanilik hacia el auto, cuando la vimos abrir la puerta del copiloto miré a mis amigas, supongo que todas llegamos a la misma conclusión, un Uber. Subimos a la parte trasera del auto encabezadas por Oli y terminando con Margo.

—Ya podemos irnos, Terie —Le dijo Van al conductor.

Okay, definitivamente no era un Uber.

Desde mi asiento solo era capaz de mirar el cabello oscuro del chico y un poco de su perfil, observé por el espejo retrovisor y encontré sus ojos, no percibí el color de ellos gracias a la poca luz que proporcionaba la noche, pero si noté como nos analizaba a través del mismo espejo, por un instante nuestras miradas se encontraron y retiré la mía rápidamente. Vanilik se inclinó sobre su asiento para mirarnos.

BREATHE ME (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora