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Resumiré la última semana en preparatoria de una manera rápida:
Profesores pidiéndonos portafolios de evidencias.
Chicos alborotados.
Despedidas.
El profesor de teatro nos dio la tregua y nos pasó a todos con 100 aún sin haber realizado la obra.
Chicos llorando.
Y un gran grito cuando la última hora terminó.

Salí a "celebrar" junto con Kai y Margo a un café a unas cuadras de la preparatoria y también tomaron la oportunidad de planear la fiesta del día siguiente.

—Es tu cumpleaños, no seas amargada.

—Pero este año no tengo ganas de hacer nada, déjenme dormir todo el día.

—Eso mismo dijiste hace un año.

Es todo lo que seguían repitiéndome y sin más preámbulos ese día volví a casa para dormir todo lo que no me permitirían al día siguiente.

Uno creería que en su primer día de vacaciones cualquiera tomaría la oportunidad para despertar tarde, pero no podía estar más equivocada. A las nueve de la mañana no paraban de tocar desenfrenada el timbre de la casa y Farid gritaba desde su habitación pidiéndome que parara ese tormento. Tuve que obligarme a dejar mi calientita cama para abrir la puerta sin molestarme en cambiar mi improvisada pijama; un pans viejo y la confiable playera Tie-dye de Tom y Jerry.

Debía de confesar que esperaba encontrarme al otro lado de la puerta a Margo y/o Kai, — e incluso, esa pequeña parte de mí que cosquilleo en mi estomago espero a otra persona —, pero definitivamente no me pasó por la cabeza a los que realmente se encontraban frente a mí.

—¡Feliz cumpleaños, Ara! —Van sonrió y alzó una pequeña caja de cartón entre sus manos.

Terence parecía querer morir ahí mismo y bostezo mientras se tallaba sus ojos, al parecer no era a la única que despertaron sin ganas.

—Pensábamos en llegar a tu ceremonia de graduación pero Margo me dijo que no irías —explicó Van aún con una sonrisa grande.

—Si, bueno, no era obligatorio y me mandaran el certificado por correo —me cruce de brazos y me maldije mentalmente. ¡¿Qué habíamos dicho sobre abrir sin sostén, estupida Nahiara?! —. No se hubieran tomado las molestias, ¿quieren pasar?

—¿Te despertamos? —preguntó apenada mientras pasaba por mi lado.

—Si, pero esta bien, olvide prender mi alarma —mentí.

El rostro ilusionado de la chica me daba pesar... su hermano no, a él lo hubiera hecho esperar toda la mañana y la noche fuera de la puerta. Los conduje hasta la cocina y ofrecí algo de beber, cosa que rechazaron. Van dejó la caja sobre la isla y me invitó a abrirla con un gesto.

—He estado reforzando mis dotes de cocina estos años y mi madre me apoya demasiado en eso —noté la ansiedad en su voz al verme acercar a la caja —. Es solo un detalle, ¿si comes gluten? ¿No eres alérgica a las nueces?

Intente suprimir una sonrisa en vano. Abrí la caja y frente a mí seis muffins decorados con betún blanco y nueces me saludaban, oprimí mis labios y levanté mi vista hacia Terence, en su mirada obtuve la respuesta a la pregunta que mis labios no formularon; eran los muffins que le preparaba su Jenna.

—¿Si te gustan los muffins, verdad? —Van paseo su mirada entre ambos —. ¿Tuve que haber echo brownies?

—No, Van, me encantan —le afirme con una sonrisa —. No tenías porque molestarte, de verdad.

—No es para tanto —le restó importancia con un ademán —Terie me ayudó con el betún, a mí no me queda la textura tan bien como debería.

BREATHE ME (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora