7

1.5K 233 51
                                    

-Dos años antes-

5:30 p.m

—Por favor, por favor, vamos, Nahia —Ariadna me miraba con ojos de cachorro suplicándome —. Sabes que sin ti mis padres no me dejaran ir.

Deje entrar aire por la boca y lo sostuve y miré hacia otro lado. Mi prima me había invitado a una fiesta hoy por la noche, en ella estaría uno de mis dos mejores amigos, Ezra, el cual también me había insistido por mensaje con que asistiera, yo realmente no tenía ganas de hacerlo, me sentía cansada y no conocía a nadie más de las personas que estaría ahí. Arath, mi otro mejor amigo, tampoco asistiría, dándome otro motivo para yo no querer hacerlo.

—Habrá más fiestas después, Ari —volví mis ojos hacia ella y en su mirada aún se veía la súplica —. Y ya te dije que no me llames Nahia, solo mis padres me dicen así y es fastidioso.

—Pero yo quiero ir a esta, Nahia —ignoro mi segundo comentario e hizo un puchero  —. Sabes que acabo de terminar mi relación y quiero distraerme para no estar triste.

Nos miramos durante un rato, cerré los ojos y apreté el puente de mi nariz con mis dedos, asentí rendida, no pasaba nada por estar solo unas horas ahí para que ella se relajará y después marcharnos.

—Esta bien, pero solo iremos un rato —dije en todo de fastidio y no muy convencida aún de mis palabras. Ella comenzó a dar brinquitos de alegría —. Pero si me aburro rápido nos vamos, ¿ok?

—Ok, ok —me dio un abrazo rápido y fue directo a mi closet.

Comenzó a mostrarme ropa para decidir que vestir para la fiesta, yo solo me tire en la cama deseando que la noche fuera rápida.

8:00 p.m

El ambiente de la fiesta se encontraba algo apagada, el lugar era pequeño, era una terraza con mayor área de césped y un pequeño lugar con tejado y un baño, la música estaba a un volumen moderado y las personas se encontraban distribuidas en grupitos sentadas conversando.

—¿Quieren algo de beber? —pregunto Ezra levantándose de su silla.

—Sipi —contestó Ariadna con una sonrisa grande.

—¿Y tú, Ara?

—Si, gracias.

Ezra se alejó, quedamos Ari y yo sentadas junto a un chico, del cual no recordaba el nombre, pero que era amigo de Ezra y al parecer Ari también lo conocía muy bien, pues se la pasaban conversando animadamente, mientras yo solo estaba a un lado moviendo mi pierna repetidamente y repasaba todo el lugar con la mirada.

Ezra volvió con las bebidas, nos las entregó y yo di un trago, inmediatamente fruncí el ceño cuando el alcohol pasó quemando por mi garganta.

—¿Está muy fuerte? —mepreguntó Ezra con una sonrisa burlona.

—No, está bien —le di una sonrisa apretando los labios y volví a beber ahora aguantando un poco más el sabor.

12:00 p.m

Todo comenzó a darme vueltas y cerré los ojos fuerte, recargue mi codo derecho en la mesa a un lado de mí y sostuve mi cabeza con mi mano sobre mis ojos, definitivamente fue mala idea seguir aceptando las bebidas que Ezra me ofrecía.

—Ara, intenta calmarte —escuche la voz de Ezra cerca de mí —. ¿Crees poder caminar?

Levante mi cabeza y abrí los ojos, intente enfocar mi mirada en él pero todo aún daba vueltas, cuando intente contestarle sentí una arcada, me incliné hacia adelante y vomité, sentí como las manos de Ezra me sobaban la espalda, permanecí en esa posición controlando mi respiración.

—Steve tiene una camioneta fuera de aquí, puedo llevarte y dejarte dormir ahí para que se te baje y puedas llamarle a tus papás para que vengan por ti —murmuro Ezra con voz calmada.

En ese momento fue consiente de que probablemente algunas miradas estarían sobre mí, no sabía en donde estaba Ariadna pero no escuchaba su voz cerca, probablemente con ese tal Steve el cual supongo es el chico que estaba junto a nosotros.

Lo pensé un poco y asentí ante la propuesta de mi amigo, era lo más coherente en este momento, fue un error ponerme en este estado y tenía que estar bien para cuando mis papás vinieran por nosotras.

Sentí los brazos de Ezra pasar por debajo de mis piernas y mi espalda para cargarme hasta la camioneta, permanecí con los ojos cerrados hasta que sentí como me dejaban sobre un lugar acolchonado, después sentí a alguien sentarse a un lado de mí y escuché como una puerta se cerraba.

1:00 a.m

Estaba en el suelo sentaba, con mis piernas junto a mi pecho, mis brazos doblados sobre mis rodillas y mi rostro escondido entre ellos, ocultando las lagrimas, callando mis sollozos. Ari estaba a un lado de mí en silencio, esperábamos a que mis papás llegaran, la camioneta ya no estaba ahí, Steve se marchó junto con Ezra y otros chicos, dejándonos solas y yo lo prefería así.

Por mi mente solo se repetía lo sucedido, aún sentía en mi piel su toque y aún oía mi voz pidiéndole que se alejara, aún recordaba lo débil que me sentía y como con poca fuerza intentaba apartar sus manos, recordaba el alivio que sentí al escuchar a Ari y Steve llegar y abrir la puerta evitando que la situación llegara a otro nivel peor, el como baje temblando y sin fuerza, como Ari se sentó a mi lado confundida y como Steve y Ezra se marcharon sin decir nada, todo se repasaba en mi mente durante esos minutos sentada en el duro suelo, una y otra vez.

De algo estaba muy segura; uno, no tenía que haber accedido a ir a ese lugar, dos, definitivamente fue pésima idea aceptar las bebidas de Ezra, y tres, por supuesto que fue un error ponerme en ese estado, era una idiota.

Y esa noche que creí olvidaría en unos días, permaneció en mí por años.

BREATHE ME (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora