BREATHE ME (BORRADOR)

6

Estaba detrás del mostrador con mi brazo sobre la cubierta y mi mejilla recargada en mi mano, mis ojos me pesaban y de vez en cuando soltaba algunos bostezos.

El local estaba solo, solo algunas pocas personas se habían parado por aquí, para mi suerte, parecía que ese día no muchas de ellas tenían ganas de buscar zapatos, y a decir verdad, creo que yo ahuyentaba a las pocas que se interesaban por entrar, no las culpaba, no creía tener el mejor aspecto en este momento, después de pasar la noche de fiesta sabía que amanecería con las ojeras aún más marcadas de lo normal, dos pequeños y rojos granos también se hicieron presente, uno en mi mentón y el otro en mi mejilla derecha, no me preocupe por ocultarlos, me sentía demasiado cansada para maquillarme y tampoco tenía un gesto muy amable, me sentía exhausta y lo transmitía.

Saque mi celular del bolsillo delantero de mis jeans y mire la hora, solo faltaba media hora para poder salir del trabajo y poder irme a casa para intentar dormir lo que quedaba de la tarde, pero los minutos pasaban tan lento y mi estancia ahí parecía eterna.

Suspiré y me deje caer en una silla detrás de mí, tome la pequeña mochila que llevaba cada fin de semana que venía al trabajo y de ella saqué un libro, me permití enfrascarme en la historia esperando a que los minutos pasaran.

No supe exactamente cuándo tiempo pasó cuando mi celular sonó con dos notificaciones, cerré el libro y mire la pantalla, eran mensajes de Margo.

Margochi:
"Los chicos nos invitaron a salir el miércoles :)"

Margochi:
"YA TENEMOS AMIGOS"

Arita:
"Genial"

Margochi:
"¿Es sarcasmo?"

KaiKai:
"Creí que con nuestra amistad era más que suficiente >:("

Arita:
"Yo pasó"

Arita:
"DISFRUTEN"

Arita:
":)"

Deje salir aire ruidosamente por mi boca, no es que los chicos no me hubieran agradado, pero no me emocionaba la idea de pasar un día más con ellos, ¡Margo quería romper mi rutina de encierro!, prefería mil veces quedarme sola en mi cuarto leyendo, dibujando algo, tocando mi ukelele o simplemente haciendo nada, antes que salir con un grupo de chicos, el alcohol me había ayudado a calmar mis nervios, pero no pensaba volver a tener que recurrir a él de nuevo, además, a la que le recomendaron socializar fue a ella, ¡que no me arrastre a sus asuntos!

—¡Hola, Nahiara! —una voz femenina muy bien conocida me saludo —. ¿Acaso te atrapé en el celular?

Levante mi rostro de la pantalla y le sonreí a Kate, mi jefa, era de la edad de mi madre, un poco más joven, 33 años quizá, y también era un amor de persona, nos trataba a Olivia y a mí como hijas, pero también tenía unas normas con usar el celular en el trabajo y con la impuntualidad, dos cosas que Oli y yo ignorábamos, pero aún así permanecíamos aquí.

—¿Qué tal todo, Kate? —salude guardando el celular en mi bolsillo.

—Todo de maravilla, mi pequeño Ethan al fin se comió los vegetales sin renegar.

Tome mi mochila con una mano, mientras con la noche sostenía mi libro, salí de detrás del aparador para darle paso a Kate para guardar sus cosas.

—Ya puedes retirarte, Nahiara —me sonrió y puso un mechón rebelde detrás de su oreja —. Espero tengas un lindo día.

—Gracias, Kate —guarde el libro en mi mochila y saque mis audífonos —. Nos vemos mañana.

Le di una última sonrisa y salí del lugar, comencé a caminar por el centro comercial para poder salir y esperar el autobús, tenía mi vista concentrada en poder desenredar los cables de los audífonos, cuando al fin lo logré di una exclamación por lo bajo de victoria, los conecte a mi celular y reproduje la música, cuando levanté mi mirada sentí la sangre bajar de mi rostro, disminuí mis pasos y comencé a sentir helados mis dedos.

Ante mí visualicé a tres chicos caminar alegremente, ellos no lograron verme, para mi suerte, tragué hondo y aceleré mi paso para poder salir de ahí lo antes posible, no volví mi vista en ningún momento para evitar volver a verlos, había pasado tanto tiempo desde la ultima vez que los vi.

Ezra, Arath y Steve, tan tranquilos, alegres y libres. Los odiaba, de verdad los odiaba, sentía tanto rencor y desprecio hacia ellos, y en ese momento, tratando de escapar de ese lugar, lo había notado, había corrido con la suerte de no volverlos a ver desde esa noche. Ezra había intentado disculparse por mensajes pero lo bloqueé por todas las redes sociales, con Steve nunca fui cercana, apenas y había tenido la fortuna de conocerlo un momento, y Arath, la persona que más me dolía, a él lo vi dos días después de esa noche, cuando despreocupadamente me dijo y aún tenía grabadas sus palabras.

"Hablé con él, me pidió perdón y lo disculpe, no quiero tener problemas con ninguno y sabes que él es uno de mis mejores amigos desde hace años, Ara"

Idiota, como si él tuviera que disculparlo, como si a él fuera al que dañaron, como si a él fuera al que jodieron.

Solía decirme a mí misma y a los demás que el odio y el rencor nos envenenada nuestra alma, que nos marchitaba, por lo cual era mejor liberar todo, perdonar y dejar ir, tan ingenua, esas palabras quedaron a un lado desde hace dos años.