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Al día siguiente tampoco asistí a clases y tuve que ponerme al tanto a mis amigos. Brayden me había mandado un mensaje al día anterior preguntando cómo había salido todo. Desperté un poco más tarde y mucho más exhausta, Michi esa mañana se la pasó a pegado a mí, tal vez era su disculpa por dejarme sola por la noche.

Tomé dos pastillas para el dolor de cabeza y me preparé un café como desayuno, sentía el olor de hospital impregnado en mi piel, y tenía que confesar que tampoco había intentado bañarme como para desprenderme de él. Me puse ropa cómoda para ir de nuevo junto a Farid y lleve conmigo su hoodie de Tupac, ya que él decía que era suuuuuper importante que la llevara puesta cuando saliera de su condena.

Me asegure de que Michi tuviera comida antes de salir y esperé al Uber. Cuando llegue al hospital un grupo de enfermeros salían por la puerta principal, todos en sus manos dentro de sus bolsillos y cuchicheando con las cabezas bajas, espere a que despejaran la entrada para pasar. Cruce el pasillo que daba a la habitación de Farid y me encontré con una cabellera crespa saliendo por la puerta.

—Oli. —la llame sorprendida y volteó hacia mí con un respingo —. No sabía que vendrías.

—Oh, ya, es que... olvidé decírtelo — limpio sus manos en sus caderas y se acercó más a mí —. Vine en cuando terminaron mis clases, aprovechando que no iría la profesora de las últimas horas.

Sonrió incómoda y ambas miramos hacia la puerta cerrada a nuestro lado.

—Espero no entrarás en crisis al estar sola con mi hermano después de tanto crush hacia él —bromeé para calmar el raro ambiente de hospital.

—Creo que verlo todo magullado solo aumentó el atractivo —sonrió divertida pero la borro a los pocos segundos —. Quiero decir, es horrible que pasara, fue una terrible situación, eh... Dios, olvidemos que dije eso ahora me siento una mala persona.

—Agradece que Abril no está cerca para haberte escuchado —ladee mi cabeza —. De hecho, ¿no te topaste con ella?, me parece extraño que no esté aquí.

Oli negó con la cabeza y fruncí mi ceño.

—Cuando yo llegue él estaba solo —se encogió de hombros.

—Que raro, ella me dijo que estaría aquí pero no menciono que se marcharía temprano —sacudí mi mano espantando las ideas —. Como sea, ¿te tienes que ir o...?

—En realidad tengo que regresar a mi casa a prepararme para un partido —me dio un abrazo rápido y sonrió —. Te mandaré mensaje por la noche, ¿okay?

—Claro, gracias por venir.

Pasó por mi lado, caminaba demasiado erguida y retorcía sus dedos a su espalda. Suspire y entre a la habitación, Farid estaba medio sentado con su camilla elevada, picoteaba una gelatina de color verde mirándola con una mueca.

—Las cosas verdes son las peores —comente mientras cerraba la puerta a mi espalda.

—¡Eso dije yo!, pero a Abril le dio completamente igual —chasqueó la lengua y dejó caer su cabeza hacia atrás —. Creo que es su manera de desquitar su enojo o algo así.

—¿Ahora que le hiciste a la pobre chica? —me senté en el sillón a su lado y subí mis pies a la orilla de la camilla —. Suficiente tiene ya con venir en las mañanas para cuidarte y tú no ayudas siendo insoportable.

—Ella sabe que no estaba obligada a venir. —apretó los labios y me miro de reojo —. ¿La trajiste o no?

—Si, pesado —le lance el hoodie y él lo tomó en el vuelo.

—Tal vez podrías ser buena hermana y conseguirme una de estas pero rojas —señaló la gelatina hecha puré —. Son deliciosas.

—Ugh, confórmate con tu hoodie —me cruce de brazos.

BREATHE ME (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora