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Sus manos se deslizaban sobre la piel de mi pierna con lentitud, como si si esperara no despertar una reacción de mi parte, el miedo creció en mi interior e intente apartarme, en vano, mi cuerpo no reaccionaba, ni podía moverme y las manos comenzaban a cernirse con fuerza mientras exploraban mi silueta inmóvil, traté de gritar, patalear, morder, pero era imposible, nada dentro de mí respondía a mi desesperación, un sabor a hiel se instaló en mi boca.

Quería golpearlo, alejarlo, correr, gritar, desaparecer.

Pero todo esfuerzo era inútil, así que me rendí, gaste mis energías, solo cerré los ojos con fuerza deseando desaparecer, no ser real, no sentir las cálidas lagrimas sobre mi rostro, no sentir sus manos quemando sobre mi piel, no sentir simplemente nada.

Estaba en el limbo y no podía desaparecer de él.

Di un respingo despertándome sobresaltada, intente respirar con profundidad y el aire salió tembloroso al exhalar, trague saliva y note un nudo en mi garganta amenazando con escocer mis ojos, parpadeé varias veces para espantar la sensación y me moví en la cama para quedar boca arriba, mi brazo golpeó algo a mi lado, o mejor dicho, a alguien a mi lado, la persona soltó un quejido y se giró bajo las sábanas, tarde unos segundos en que mi cerebro carburara la situación y despertara por completo.

Brayden volvió a moverse y talló sus ojos con pesadez para después soltar un bostezo sonoro, entonces, fui consiente de la luz del sol entrando por la ventana cayendo sobre él, me incorporé de un salto quedando sentada sobre el colchón, el movimiento precipitado logró marearme pero ignoré la sensación para buscar mi celular en el mueble a un lado.

—No bromeabas cuando decías que odiabas dormir con otras personas —Dijo con voz adormilada y ronca mientras me miraba con sus ojos ligeramente hinchados y un brazo sobre su frente —Me golpeaste como cinco veces.

Ignore su comentario y terminé mi búsqueda al levantar las sábanas y mi celular saliera volando de ellas, lo tomé y miré la hora, 10:30, solté un resoplido y me dejé caer de cara en la almohada.

—¿Todo bien? —Preguntó él a mi lado, lo sentí moverse y levanté mi rostro para mirarlo, se había acostado de costado con un brazo flexionado bajo su cabeza, mirándome curioso.

—No puse alarma para ir a clases —Suspire tallando mis ojos.

—En realidad, si lo hiciste —Lo interrogué con la mirada y el esbozo una pequeña sonrisa —¿Por qué tienes alarma a las cinco?, ¿en Wormwood las clases empiezan más temprano?

—¿Por qué apagaste mi alarma?, me hubieras despertado, tonto.

—Pero si la apagaste tú —Me miró burlón y me entraron unas grandes ganas de golpearlo —Tal vez era sonámbula y no lo sabías.

—¿No tienes a una casa a la cual ir? —Pellizque el puente de mi nariz.

—Vaya, creo que es la primera vez que me corren de una cama —Llevo una mano a su pecho fingiendo indignación —Puedes destruir mi ego cuando te lo propones, pequeña.

Rodee mis ojos con hastío, abrace mi almohada y acoste mi cabeza de manera en la que pudiera mirarlo.

—¿Y? —Arquee una ceja.

—No, no tengo que ir a casa —Se dejó caer rendido —Supongo que mamá piensa que estoy en la preparatoria.

—¿Supones?

—Bueno, no he recibido ningún mensaje —Volteo hacia mí y comenzó a jugar con un mechón de mi cabello entre sus dedos y tomó un aire pensativo —Mi padre no es muy pendiente de mi presencia y mamá seguramente salió corriendo al trabajo antes de reparar en si estaba en mi habitación o no.

BREATHE ME (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora