No sabía porque lo había citado ahí, ese era nuestro lugar, nuestro parque, de Declan y mío.
Pero mi lado no se encontraba Declan, si no ese chico de cabello oscuro, casi se sentía como si estuviera traicionando al no presente.
El chico a mi lado lucía realmente tranquilo y cómodo sobre la banca, y extrañamente yo también, mis manos sudaban y mi corazón no iba a un ritmo normal, pero me encontraba mejor que en otras ocasiones.
-¿Vienes seguido aquí? -Preguntó Brayden mirando nuestro alrededor.
-No, no tanto, llevo tiempo sin hacerlo.
-¿Por qué? -Giró su mirada a mí -Si yo tuviera un lugar así de tranquilo cerca de casa me la pasaría todo el día ahí.
-¿Qué no dices que vives a tan solo unas calles? -Alcé una ceja burlona.
-Si, pero mi hogar queda más lejos que el tuyo de este lugar -dejó caer su cabeza hacia atrás con expresión cansada -Tendría que caminar demasiadoooo.
-Por Dios, que exagerado me saliste.
-Estoy seguro que tú tampoco caminarías en mi posición.
-Pues si no lo hago teniéndolo más cerca -Me encogí de hombros dándole la razón.
-¿Por qué no? -Insistió y me removí algo incomoda.
-Supongo que las personas se terminan abrumando de estar rodeadas siempre de lo mismo.
-Con una vista así es difícil abrumarse -Sonrió ligeramente.
-Hasta las cosas más lindas son necesarias mantenerlas lejos en algún momento -Me aclaré la garganta y mantuve mi mirada fija al frente.
No agregó más del tema, pasaron unos momentos en silencio entre nosotros, estuve atenta al lugar que ya había recorrido con la mirada demasiadas veces antes, el césped lucía de un verde vivo, al igual que las hojas de los árboles, por la temporada en la que nos encontrábamos, debajo de algunos de ellos había un grupo de pequeños dientes de León y margaritas, visualicé entre las ramas algunos pájaros grises cantando, al fondo del parque de encontraban un grupo de rocas bien colocadas alrededor como decoración tenían algunas plantas algo más largas y secas de las puntas a diferencia de la última vez que las había visto, y un camino alrededor del lugar de diminutas piedras que al parecer solían ser blancas y ahora tenían un tono beige por la tierra, el sol lograba que los tonos del lugar fueran 10 veces mejor y el viento era ligero pero refrescante.
Estaba tan perdida apreciando el lugar que tarde en darme cuenta que algo caía en mi cabello, giré mi rostro y una de esas cosas cayó en mi ojo izquierdo.
-¡AY!
-¡Perdón! -Chilló Brayden asustado -¡Perdón!, ¡perdón!, ¡perdón!
-¡Ya cállate, pesado!
Lo miré mal con mi ojo bueno mientras tapaba el otro con mi mano, él me miraba entre arrepentido y asustado esperando mi reacción, mi ojo cayó en una de sus manos donde sostenía pequeñas ramitas cortadas en partes por él, cuando vio en donde estaba puesta mi mirada las dejó caer enseguida.
-¿Te divertías, idiota?
Me sobe el ojo y después quité la mano, parpadeé varias veces para adaptar mi vista y dejar de ver pequeñas manchas, Brayden hizo ademán de acercar una mano a mi cabeza pero me aparté.
-Solo trato de quitar las ramitas de tu cabello -Levantó las manos en señal de paz.
-Ramitas que no estarían ahí si no fuera por TI -¿Era posible matar a alguien con la mirada?, tipo Matilda, porque en ese momento me serviría mucho esa habilidad -No sé que acostumbras a hacer en las citas, pero definitivamente deberías evitar eso de sacarle el ojo a la otra persona.
Comencé a quitar las ramitas de mi cabello de mala gana, Brayden comenzó a formar una pequeña sonrisa en su rostro, cosa por la que empeoré mi gesto, quería golpearlo.
-¿Cita?
-¿Qué?
-¿Dijiste cita? -Dejé de tocar mi cabello, mi expresión debió cambiar a una de terror porque él comenzó a reírse -Es bueno saber que ya estamos en la misma línea, pequeña Ara.
-No me llames pequeña -Le di un empujón en el hombro pero él ni se inmutó -Y no estamos en ninguna línea, no quise decir cita, no te ilusiones, tonto.
-Demasiado tarde, Loveall -Pasó una mano por su cabello despeinándolo un poco -A mí me parece que tuviste toda la intención de usar esa palabra.
Lancé un sonido de irritación y me levanté, ¿por qué acepté salir con este tipo para empezar?, en ese mismo instante podría estar en la comodidad de mi habitación escuchando música o simplemente durmiendo y no tendría estupidas ramitas en mi cabello O EN MIS OJOS.
Comencé a caminar para salir del parque y escuché sus pasos alcanzándome.
-¿Tienes hambre? -Mi cuerpo se tensó pero él seguía caminando tranquilo a mi lado -Vayamos a comer, debe haber algo por aquí cerca.
-No tengo hambre -No aparte mi vista del camino.
-¿En serio?, quien fuera tú, mi estómago no para de quejarse -Por el rabillo del ojo vi como se llevó una mano al estómago y dio unas palmaditas -Podemos ir por unos simples helados si quieres, yo invito, por lo de tu ojo.
-Y mi cabello -Alcé una ceja acusadora.
-Y tu cabello -Asintió -¿Entonces es un si?
Respiré hondo y después dejé salir el aire por mi boca, asentí lentamente.
-Ya que -Me encogí de hombros.
Él sonrió y estiró el brazo hacia mí, tocó mi cabello y después me mostró una ramita.
-Aún tenias una.
Le di un puñetazo en el brazo y comenzó a reír achicando sus ojos.
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BREATHE ME (BORRADOR)
Roman pour AdolescentsAra Loveall se siente atrapada dentro de su propio cuerpo; como en un cuarto oscuro, incapaz de avanzar. Y en su último año de preparatoria esa sensación no hace más que empeorar, pues ahora todo se inunda a su alrededor y lucha por respirar. "¿Pued...