35

986 98 52
                                    

"Soy más bien de huir.
Y si no puedo llevar mi cuerpo... al menos que escape mi alma."
—Tokio.

Braydie Gardener:
"Gm, pequeña Arita, estoy de camino con los chicos hacia las cabañas, no paramos de cantar un elefante se balanceaba y Moni quiere matarnos a todos"

"Ya llegamos, ¿tienes idea de lo lindo que es Aberfoyle?"

*Braydie adjunto una imagen*

Vi los mensajes dos horas después de que los enviara, me había despertado bastante tarde aprovechándome del inicio de semana, y lo primero que había echo fue mirar los mensajes de Brayden, sus stories y de sus amigos, y tenía razón, Aberfoyle era demasiado lindo, la última y única vez que tuve oportunidad de visitar el bosque Elizabeth Queen fue a mis diez años, Farid estaba en una etapa insoportable de chiquillo que se creía grande e intentaba arrastrarme para indagar por el bosque solos, era claro que nos perderíamos y nuestros padres estuvieron buscándonos por tres horas, estaban tan molestos que prometieron no volver a llevarnos de paseo a ningún otro lugar.

Quizás no lo decían completamente en serio por ese momento, pero terminó por cumplirse cuando comenzaron a tener proyectos más grandes en su trabajo.

Y un sentimiento de arrepentimiento se instaló en mi pecho, tal vez si hubiera aceptado, si no fuera tan delicada, insegura, si tan solo pudiera despertar una mañana junto a ellos en Aberfoyle y desayunar entre bromas y planes. Tal vez así podría disfrutar del frío viento del bosque, la linda vista, quejarme de los insectos, vivir como debería de hacerlo junto a mis amigos.

Podría respirar.

—¡Nahia! —gritó Farid — ¡Te buscan!

Suspire sonoramente, bloquee mi celular y salí de la cama. Cuando baje, Oli esperaba sentada demasiado erguida en el sillón, mientras Farid lucía cómodamente en el sofá de un lado mientras deshilachaba su sudadera distraídamente.

—Oli —la llame para ganar su atención —, no me avisaste que vendrías.

—Eh —giró su cabeza rápidamente y me sonrió, pero no pase por inadvertido el color rojizo de su rostro —. Ah, lo siento no tenía pensado venir, pedí el día libre en el trabajo porque tendría partido de volley pero se pospuso y como me quedó la tarde libre pase por aquí —se explicó demasiado rápido y después me repaso con la mirada mientras fruncía el ceño —. ¿Acabas de despertar?

—Por supuesto, ¡es sábado!

—Ugh, ve a vestirte, vayamos a comer algo y simplemente a perder el tiempo.

—Acabas de arruinar mis planes de hoy —refunfuñe mientras la escuchaba seguirme escaleras arriba.

—¿Cuales?, ¿pasarte todo el día tirada en la cama mirando tiktoks o leyendo hasta quedarte ciega?

—Exactamente.

Esperó en mi habitación hasta que termine de vestirme en el baño, fuimos juntas a un café cerca del bulevar comercial, por esa calle transitaban tantas personas en busca de frutas frescas, comida, librerías, boutiques pequeñas, citas médicas, etc, etc. Y sin duda, uno de mis lugares menos preferidos, la aglomeración de gente los fines de semana me agobiaba y mi mal humor salía a flote, ganas no me faltaban para empujar a la gente lenta y que se frenaba en medio camino para mirar el escaparate de algún puesto. Pero si algo debía de aceptar, era que no había probado un frappé tan delicioso como el de Caffè D'Angelo. Además, su cafetería tenía un aire acogedor, desde el letrero con el nombre era pintado a manuscrito y dejando a bastante vista por debajo el legado con el tiempo "Desde 1830, Italia.", hasta las sillas de madera y cuadros italianos pintados con paisajes de Quinqué Terre.

BREATHE ME (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora