El Padre de Mi Mejor Amiga|Justin Bieber|Editada|

Capítulo 93: Bieber & Associates

Nos encontrábamos sentados, el balcón de Justin parecía el lugar en el que desearías estar siempre, y aún más en ese clima tan veraniego.

Había varios sillones de exteriores y una pequeña mesita de vidrio, y me encontraba tan impresionada con aquella vista, que Justin había ido a la cocina en busca de dos copas de vino blanco y una tabla de madera con queso para compartir sentados allí.

Justin me había explicado que era la hora del aperitivo, que era algo que se acostumbraba allí, así que habíamos brindado y estábamos disfrutando de los últimos minutos del atardecer.

-Lamento no haberte mostrado la ciudad, se hizo algo más tarde de lo que esperaba-murmuró cruzando sus piernas estiradas y pasó una mano por su cabello.

Todos los músculos presentes en mi cuerpo se apretaron ante la imagen de Justin, siendo tan atractivo como siempre.

-No te disculpes, ha sido un día muy largo, y de todos modos disfrute mucho estar aquí contigo-sonreí.

Él también me sonrió en respuesta y dejó su copa de vino en la mesita de vidrio.

-¿Quieres cenar?

Era exasperante, porque deseaba cenar aunque no tuviera hambre, sólo para disfrutar más ese día, pero me sentía exhausta, apenas podía mantener mis ojos abiertos.

-Quiero dormir-dije de mala gana y hice un puchero en su dirección causando su risa ronca.

-Entonces vayamos a la cama, mañana debo mostrarte la oficina temprano, y comenzaremos con todo aquí-se puso de pie y me extendió su mano.

-¿Donde dormiré?-pregunté curiosa y tomando su mano para ponerme de pie.

Él me miró con una expresión de confusión en su rostro.

-¿No quieres dormir conmigo?

Jesús, por supuesto que quería dormir con él ¿qué clase de pregunta era esa?

Resoplé y mordí mi labio inferior.

-Demonios Justin, me encanta dormir contigo-me quejé-solo...casi nunca lo hacemos, no deseo invadir tu espacio, entiendo que estás acostumbrado a vivir solo y también a dormir solo

Justin soltó una risita a lo bajo y en un movimiento rápido se inclinó y empujó mis piernas contra su cuerpo, cargándome en sus brazos y comenzando a caminar en dirección a la habitación.

-No invades mi espacio Emma, eres mía, quiero tenerte debajo de mi, quiero despertar contigo en las mañanas-murmuró contra mi oído, y cuando había terminado de hablar, ya estábamos frente a su cama.

Me colocó sobre la cama, y se posó sobre mi mientras mi estómago era una revolución de mariposas frente a sus palabras.

Quería decirle que lo amaba, y que yo deseaba lo mismo, pero no sólo en París, ni sólo algunas noches a la semana, lo deseaba siempre.

Su mirada oscurecida me estudió, y no supe qué decir, porque lo que deseaba decir iba más lejos de lo que Justin sentía por mi, y yo lo sabía cuando acepté estar con él. Había admitido las condiciones y en aquellas situaciones debía atenerme a las consecuencias.

Finalmente dejó de esperar por mi respuesta, tomó mi mentón con una mano y me besó lentamente, su lengua se introdujo en mi boca haciéndome jadear y sentí como su entrepierna se endurecía sobre mi.

Joder

Se separó solo un poco de mi, y mojó sus labios dejándome sin oxígeno.

-La puerta de la derecha es el baño, la de la izquierda el armario, puedes utilizar todo el espacio que desees para tu ropa-murmuró contra mis labios-te quiero, dormirás conmigo, quiero tocarte y quiero mirar películas contigo