Capítulo 6: ¿Ese hombre tan caliente es tu padre?

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-Ya, bajémos-dijo mamá, ambas bajamos del coche y al instante tirité de frio.

Oh, mejor no mencionarlo frente a mamá.

Nos quedamos de pie en la puerta, e intenté esconderme detrás de ella para simular mi piel erizada. Mi mamá tocó el timbre y unos minutos despues la madre de Amber; Martha abrió la puerta.

Ella se veía muy elegante, traía un vestido corto por debajo de la rodilla de color azul marino, con tacones a juego y el cabello recogido. En cuanto la saludé sentí lástima por ella, no sólo por estar casada con un viejo decrépito y que él ni siquiera se molestaba en visitarla, además por que ella era tan joven, por lo menos bastante más que mi madre, había tenido a Amber de adolescente y además de todo eso, tenía que soportar la ausencia del tipo.

-¿Como están?-sonrió ella, apesar de tener unos treinta y tantos se mantenia muy bien, en verdad esperaba tener un cuerpo como ese a mis treinta.

-Bien-sonrio mamá y yo solo sonreí en respuesta.

Antes de que alguien pudiera decir una palabra más, un chillido de emoción se escucho desde las escaleras, voltee mi cabeza y apreté mis labios con fuerza al ver a mi mejor amiga vistiendo de ese modo y mostrando esa sonrisa de -soy-toda-una-modelo-de-Victoria's Secret.

A pesar de ello corrí y la saludé, ella estaba parada en el primer escalón de las escaleras que conducían al segundo piso de su casa.

-Por dios ¿que mierda traes puesto?-reí como desquiciada sin poder contenerlo más.

-Lo sé, lo sé-rodó los ojos separandose de mi-a que no soy sexy-dijo moviendo sus caderas y reí mas fuerte.

Ella traia un vestido naranja ceñido al cuerpo pero largo hasta los tobillos. Si ¡Naranja!

¿Acaso alguien seguia utilizando ese color en la ropa? Pues Amber si. En sus pies habia unas botas negras que parecían seguir hasta el ras de su vestido, sin dejar ver un centímetro de piel.

Sin mencionar que estábamos a unos pocos meses del verano, hacia un calor insoportable para traer esa ropa. Lo único bonito que ella traia era un abrigo negro estilo bleizer con tres botones plateados, pero para nada iba con el resto de su ropa, miré su rostro para notar que no traia ni una gota de maquillaje.

-¿Y tu padre, Amber?-interrumpió mi mamá llegando con Martah hasta donde estábamos-¡Estamos ansiosas por conocerlo!-

La madre de mi amiga parecio ponerse nerviosa.

Fruncí mi ceño tragándome mis palabras de "Habla por tí" pues si bien no podía negar cierta curiosidad, no estaba de ningún modo ansiosa por conocerlo.

Amber puso los ojos en blanco, poniendo en una expresión mis sentimientos.

-Él esta muy ocupado vistiendose, supongo que en unos minutos bajará, lo siento-dijo derrochando sarcasmo en la primera frase

Su madre le envió una mirada pero no dijo nada.

-¿Qué tal si pasamos a la cocina?-sonrió ella rompiendo la tensión.

Interiormente puse los ojos en blanco, "él bajara en un momento", "¿qué tal si pasamos a la cocina?".

¿Desde cuanto tanta formalidad con las personas que conocia desde los ocho años?

Entramos a la cocina, mamá se sentó en un taburete y mantuvo su charla de siempre con Martha mientras ella terminaba con la cena.

Amber y yo manteniamos una charla animada sobre como sería la fiesta, hasta que sentí unas ganas horribles de vomitar,  me puse de pie y abrace a mi madre por la cintura.

-Mamá, ¿tienes alguna menta? creo que voy a morir

Ella me miró extrañada y luego sonrió.

-En mi bolso, esta en el sofa de la sala

-Gracias

Le dije a Amber que enseguida volvía y caminé a la sala, busqué el bolso de mamá en uno de los sofás hasta que encontré una bendita menta, ya luego de colocarla en mi boca, y dispuesta a volver con mi mejor amiga, algo me detuvo.

Un ruido en la escalera que me puso los pelos de punta, por unos segundos creí que saldría corriendo, porque estúpidamente creí que era un ladrón, pero luego recordé que otra persona, no muy bienvenida en mi mente, estaba en la casa.

Voltee ya mas relajada, pero...maldita sea, definitivamente no esperaba encontrarme con lo que tenía a unos metros, de pie a la mitad de las escaleras.

Oh

Mi

Dios

Entre muchas cosas que pasaron al mismo tiempo en mi cabeza, una de ellas fue, que si tuviera a Amber frente a mi en ese momento lo unico que podria salir de mi boca sería
¡Joder! ¿¡Ese hombre tan caliente es tu padre!?

El Padre de Mi Mejor Amiga|Justin Bieber|Editada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora