El Padre de Mi Mejor Amiga|Justin Bieber|Editada|

Capítulo 71: ¿Estas lista para hablar?

Maratón 1/3

-Creo que me estoy enamorando de ti

Boom, sentí como mi orgullo caía de un piso 18, suicidándose con mis palabras.

No quería abrir los ojos, no quería ver la reacción de Justin.

No quería que él me rechazara, y era evidente que era lo que iba a hacer.

Silencio.

Lo único que pude sentir, fue su mano tomando la mía y acariciándome con calma.

¿Cómo podía estar calmado?

El silencio que se extendía en el automóvil mientras me rehusaba a abrir mis ojos me hizo querer salir corriendo.

Cristo, no sabía que hacer, quería salir corriendo pero mi cuerpo parecía no querer responder y aunque mi cerebro enviara la señal de abrir mis ojos y huir, nada sucedía.

-Nena-lo oí murmurar con voz ronca.

Entonces decidí que no me quedaría a ver su compasión, abrí los ojos de golpe, alcanzando a ver sus ojos mieles, ahora marrones brillantes y hermosos, no se veía enojado, tampoco preocupado o asustado, tenía una expresión que nunca había visto en el.

Pude ver un ápice de confusión en sus ojos, que me atraparon por unos segundos en mi lugar.

Reaccioné para bajar mi mirada y escapar de su toque en mi mentón.

-Debo irme-susurré, y salí disparada de su auto, lo oí llamar mi nombre un par de veces, pero no me volví ni una sola vez.

Entré a mi casa prácticamente corriendo, y unos minutos después escuché el motor de su auto alejándose.

Subí a mi habitación como si estuviera levitando, ni siquiera sentía el peso de mi cuerpo.

Por unas cuantas horas me reproche el haberle confesado aquello, porque era claro que no habría retorno.

Pero la realidad era que había intentado negármelo a mi misma por algún tiempo, porque lo consideraba algo inconcebible, y ya no podía ocultarlo.

Mierda ¿cómo había podido comenzar a sentir algo así por él?

Suspiré y me arrojé en la cama, sintiéndome frustrada y enojada conmigo misma.

Desde un primer momento sabía lo que quería con Justin...sexo, sólo eso, ¿cómo había podido permitirme perder la dirección de esa manera?

Lo sabía, Justin no es un hombre para el amor.

Mis propios pensamientos de varias semanas atrás se repitieron en mi cabeza como un disco rallado.

Justin no era un hombre del cual a alguien le gustaría enamorarse.

Tapé mi rostro con mi almohada y desee poder ahogarme allí mismo, estaba sintiendo los efectos de mis crueles pensamientos, pero sobre mi misma.

Quité la almohada y miré el techo blanco de mi habitación, sintiendo un pequeño faro de esperanza en mi pecho pensando qué tal vez no estaba enamorada de él, tal vez sólo estaba comenzando a hacerlo, y podría revertirlo.

Casi como si estuviera allí sermoneándome, oí la voz de Amber en mi cabeza, sabiendo perfectamente que diría ella si supiera lo que estaba pasando.

Nena, no existen peros en eso del amor, estás enamorada de él, acéptalo.

Solté un gruñido y volví a tapar mi rostro con la almohada.