Capítulo 30: No soy una chica mala

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-Así que...cambiaron la ropa interior de sus casilleros, y luego pusieron pegamento en la banca para que de esa ropa interior, fueran testigos las 500 personas presentes en el campo de juego-enarcó una ceja el director, leyendo la carta 'anónima' que alguien había deslizado por debajo de la puerta de la oficina del director, esa misma mañana.

-Hm, si, se podría decir-dijo Amber a mi lado, aclarándose la voz.

-¿"Se podría decir"?-recalcó él

Solté un largo suspiro y repiquetee mis uñas en la silla de la oficina del director.

-Sólo fue una broma

-¿Una broma?-me miro él.

Bufé, estaba cansada de que repitiera todo lo que decíamos en forma de interrogación.

-Bueno, ellos dos me quisieron jugar una broma mucho más pesada que no creo que quiera saber, gracias a un...amigo me enteré de ello y bueno, esto solo fue una pequeña...¿venganza?-sonreí apenada, agregando la interrogación por adelantado.

-¿Venganza?-repitió él.

Solté una risita  sin poder detenerla y ambos me miraron confundidos.

-Lo siento, es que usted esta repitiendo todo lo que digo...y bueno... ¿no lo hace?-le pregunté a Amber, que parecía querer matarme-usted...ya, olvídelo-rodé los ojos intentando mantenerme seria-la cosa es que todo esto tuvo un motivo

El Señor Wilson soltó un suspiro y se puso de pie, caminando de lado a lado en su oficina y alisando su traje color café con sus manos.

-Lamentablemente no puedo tener en cuenta la broma no llevada a cabo por los alumnos Nicholas y Trevor, ya que no fue dentro de la institución, ustedes dos-dijo señalándonos con la mirada-cometieron una falta grave, broma o no, lo hicieron y no solo eso, si no que alguien las vió y las acusó, anónimamente, pero lo hizo

Bufé y golpee mis manos sobre mi regazo.

-Vamos Travis, es jodidamente obvio que fueron ellos

El director Wilson me miró con la boca abierta, y Amber...no quería voltearme a verla.

Me aclaré la voz y sonreí apenada.

-Hm, señor Wilson, es...muy evidente que quienes dejaron esa carta, fueron Nick...Nicholas y Trevor-finalicé

Él puso los ojos en blanco y negó con la cabeza.

-¿Tienes como probar eso?

Abrí la boca y luego la cerré.

-¿Y ese imbécil tiene como probar que fuimos nosotras las de la broma?-dije señalando la carta, por si no es evidente, en ese punto estaba cabreada.

El director Wilson sonrió de lado y acomodó sus lentes sobre su nariz, mirándome incrédulo.

-Pues deberías haber dicho eso antes de deliberadamente confesarme que fueron ustedes vengándose de ellos-

Mis ojos se abrieron como platos, y ,pronto me sentí una completa estúpida.

Mierda

-Como sea, aun no tengo un castigo bien pensado pero, tendré que hablar con sus padres

-¿Que? ¡No!-chillé

Joder, no podía darle la noticia de otro castigo a mi madre ¡me mataría!

-Esta decidido-dijo mirándome seriamente-pueden retirarse

-Como sea, maldición-murmure levantándome bruscamente de la silla y caminando a la puerta, lo oí llamar mi apellido, pero no me voltee.

Sabía que estaba actuando como una niña, pero aquello era terriblemente injusto.

-¿Te das cuenta de la cantidad de groserías que has dicho?-pregunto Amber llegando a mi lado

-Si, y me vale mierda, esa estúpida reunión me quito la mitad de mi receso

Amber rodo los ojos.

Luego de eso, tuve la hora de química

¡Aburrido!

Y luego, ¿Quién es el profesor mas insoportable, con la materia mas de mierda en todo el instituto? ¡ding ding ding! el imbécil de Johnson.

Justo cuando creí que mi día se volvería a un peor, Becker paso toda la hora sin regañarme ni una sola vez.

Todo un regalo del cielo.

Aunque tal vez, tenia un poco que ver con que Justin había continuado dándome las clases particulares de literatura, y aunque como él dijo, me faltaban algunas cosas, entendía bastante y lo que no lo entendía, tomaba apuntes durante la clase y luego el me lo explicaba en nuestra hora diaria de estudio.

Se preguntaran como le hago para concentrarme con semejante dios griego junto a mi, pues no...no soy ciega,  decidí pedirle ayuda a Amber para poder concentrarme, y luego de burlarse por una hora seguida ella decidió ayudarme con mi problema de hormonas demasiado imaginativas y le dijo a Justin (ya que ahora se llevan mucho mejor) que ella también tenia algunas dudas en Literatura. Así que por lo pronto, no estaba sola con Justin, y el tener a Amber allí mataba cualquier posible fantasía sexual en mi mente.

Ella siempre me salvaba.

-Bien, recuerden que la semana próxima es el examen del que les hable a principio de mes. Si tienen pocas posibilidades de aprobar la materia, y obtienen una buena nota en este examen, tienen la materia asegurada y aprobada-fue lo ultimo que dijo Becker.

Recordaba que él lo había mencionado y luego una niña de mi clase le había preguntado si tenia novia. En ese momento me valía mierda el examen. Ahora, en lo único que pensaba, era en pasarlo para quedarme tranquila de una jodida vez

Tocó la campana de salida y todos prácticamente corrieron fuera, pude ver a Brad mirándome por el rabillo del ojo y suspiré, sabía que algo le sucedía, pero desde el día que se había ido de la casa de Amber, no había vuelto a hablarme.

Me gustara o no, y más allá de lo sucedido en las últimas semanas, él era mi amigo, debía tragar mi orgullo y hablarle.

Pensando en eso tome mis cosas, y antes de salir, oí la voz del profesor llamándome.

-Ven aquí-sonrió apoyado en su escritorio.

Enarque una ceja confundida y caminé hasta tenerlo en frente.

Él suspiró y caminó un paso mas cerca, me miró y mojó sus labios lentamente.

¿Qué estaba pasando?

Soltó una risita insoportable y pasó a mi lado caminando hacia la puerta de entrada.

Temblé en mi lugar cuando lo oí cerrar la puerta con pestillo.

No era que iba a hacerme algo malo...¿o si?

No me moví, oí sus pasos acercándose otra vez, sintiéndome congelada sobre mis pies.

-¿Sabes? He visto cuanto has estado esforzándote estas ultimas clases-murmuró en mi oído, aun detrás de mi-me encanta que te intereses en aprobar aunque seas una chica mala-oí su sonrisa cerca de mi oreja.

Fruncí el ceño, estaba rígida

-No soy una chica mala

-Oh si que lo eres-soltó una carcajada ronca- me contestas, me insultas y me desafías. No te importan los castigos y te he visto mas de una vez rodar los ojos cuando una chica me mira mas de lo que debería y no importa...¿sabes que? eso me pone muchísimo-suspiró, rozando sus labios contra mi oreja.

Oh por la santa mierda.

El Padre de Mi Mejor Amiga|Justin Bieber|Editada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora