Capítulo 65: Los amigos también se dicen cumplidos

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Maratón 3/4

Cuando mi mamá estuvo de vuelta a las 8 pm, yo aún estaba sobre el sofá mirando la televisión sin si quiera prestar atención al programa.

-Hola nena

-¿Que hay?-murmuré sin moverme.

Ella se paró frente al televisor de plasma y me miró con una ceja arqueada.

-¿Que te sucede? Tienes los ojos rojos ¿has estado llorando?-preguntó haciéndome suspirar de fastidio.

-No mamá, solo estoy algo cansada y creo que tengo jaqueca-mentí poniendo mi mano derecha sobre mi cabeza

-Oh nena-dijo con voz melosa-¿quieres algo? ¿un paño frío?

-Estoy bien-intente sonreír y ella me miró apenada.

-Bien, estaré en la cocina por cualquier cosa.

Suspiré y asentí con una media sonrisa.

Mi mamá preparó la cena, y luego de sus millones de preguntas nos fuimos a dormir.

La noche se hizo larga y triste, no podía dormir, demasiadas cosas para pensar, por un lado me sentía bien, pensando que había hecho lo que correcto y había terminado con todo aquello por lo sano, pero también estaba triste y muy cansada de la situación.

Mierda, sacar a Justin de mí cabeza era tan difícil como no lo había sido nada antes.

Cuando vi que eran las 2 am y aún seguía dándole vueltas a todo lo que había pasado, cerré los ojos, inspiré hondo y clavé mi mirada en el techo blanco de mi habitación.

Mi yo interior me dijo que estaba actuando como una completa estúpida, que tenía un novio que me quería, a mi mejor amiga y a mi madre como siempre, no podía pedir más.

Después de todo, había vivido sin Justin antes y nunca fue un problema para mi estar sin un hombre, iba a superar eso y lo haría de inmediato.

Sonreí para mi misma y cerré los ojos para poder dormir.

...

A la mañana siguiente me levanté enérgica, me había propuesto volver a mi vida normal y lo estaba haciendo, tomé una ducha y me cambié en mis jeans ajustados y una camiseta de nike rosa, me puse mis zapatillas deportivas y bajé las escaleras, pensaba invitar a Amber al parque.

Desayuné rápido mientras marcaba el número de mi mejor amiga en mi teléfono nuevo, lo sabía de memoria.

-¿Si?-contestó, claramente no sabía quién era, de lo contrario hubiera dicho alguna grosería.

-Ey, voy a tu casa al rato-dije rápidamente mientras me alistaba.

-¿Emma?-preguntó extrañada.

-No, Barney el dinosaurio-sonreí

-¿De donde llamas?

-De mi nuevo teléfono-contesté vacilante.

-¿Tu mamá te compro un teléfono?-preguntó asombrada.

-¿Te levantaste con ganas de hacer preguntas? Ni siquiera has dicho hola, me lo regaló tu padre-dije lo último rápidamente para evitarme sus preguntas.

Al parecer dio el efecto contrario, la oí jadear y supe que se acercaban sus gritos.

-¿Mi padre te compró un jodido teléfono? ¿A ti?-sonaba indignada.

-Si-suspiré rodando los ojos y tomé mis llaves.

Maldita sea, últimamente estaba comenzando a decir cosas que no debía.

El Padre de Mi Mejor Amiga|Justin Bieber|Editada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora