Capítulo 56: Me haces sentir como un adolescente

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Advertencia ⚠️: Este capítulo contiene narraciones que pueden afectar la sensibilidad de algunos lectores, tales como violencia física o verbal, así como referencias y/o situaciones de abuso.








Ni siquiera tuve tiempo de reaccionar, de entender lo que estaba pasando.

Su respiración agitada se mezcló con la mía que se encontraba igual, mi espalda pegada al muro mientras su cuerpo me mantenía en mi lugar, una de sus manos apoyada en el muro sobre mi cabeza y la otra sosteniendo mi cabello con firmeza.

-Brad ¿qué..? ¿qué demonios haces?-susurré sin dejar de temblar, no entendía qué mierda estaba pasando.

Parecía otra persona, sus ojos oscurecidos y llenos de rabia con su rostro a centímetros del mío.

-Repítelo-murmuró tras dientes apretados.

-¿Qué cosa?-susurré frunciendo el ceño, creí estar teniendo una pesadilla.

Joder, nunca me habia pasado algo parecido con Brad, tenía...miedo

-Repite lo que acabas de decir, joder-gruñó y al mismo tiempo que golpeó la pared junto a mi cabeza.

Gemí mientras el temor crecía en el medio de mi pecho.

Miré a mi izquierda, no había una puta alma en la maldita calle.

Volví mi vista al frente, a sus ojos oscuros que me dieron aún más miedo y susurré.

-Lo siento yo...también te engañé

Su mandíbula se apretó, y me encontraba cerrando los ojos con fuerza y esperando el golpe, cuando su agarre se aflojó y su cuerpo se alejó de mí rápidamente.

Abrí mis ojos y lo vi parado frente a mí con una expresión de miedo y sorpresa que me confundió.

-Joder yo...lo siento, no...-se quedó callado y negó con la cabeza, mirándome con pena.

Miró sus manos como si no entendiera por qué había hecho eso y luego comenzó a respirar con dificultad, como si se estuviera hiperventilando.

-Nena, yo puedo ser muy celoso a veces pero...-otra vez negó con la cabeza y me miró perplejo.

Ni siquiera sé por qué lo hice, solo corrí, me alejé de él tan rápido como mis piernas me lo permitieron, como si él estuviera siguiéndome y quisiera matarme, solo corrí.

Abrí la puerta de la casa de Amber como alma que lleva al diablo y luego de echar llave me dejé caer al suelo abrazando mis rodillas.

Joder joder joder ¿qué mierda fue eso?

¿Cómo es que él se había atrevido a siquiera...?

Mi mente trabajaba frenéticamente tratando de entender qué demonios había sucedido allí, mientras mi cuerpo no paraba de temblar.

¿Había sido real?

Jamás había visto a Brad con esa expresión tan sombría, no podía creerlo.

Unos pasos lentos y relajados llenaron mis oídos, y cuando levanté la cabeza me encontré a Justin, con las manos en los bolsillos delanteros de su pantalón de vestir, tan impresionante como siempre y observándome con una ceja arqueada.

-¿Qué pasa, nena?-preguntó con sus ojos en mí, allí, en el suelo.

Me puse de pie en un suspiro y me arrojé a sus brazos, sintiendo como sus enormes y fuertes brazos se envolvían alrededor de mi cuerpo, y me sentí segura, siempre se sentía seguro en sus brazos.

El Padre de Mi Mejor Amiga|Justin Bieber|Editada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora