Capítulo 37: Tomaré tu consejo

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Maratón 1/3

Maldito Justin.

Suspiré frustrada y luego lamí mis labios, en busca de sentir su sabor otra vez.

Estaba desesperada, desesperada como nunca había estado por nadie, quería besarlo hasta que su sabor quedase por siempre en mi, y luego desnudarlo y follarlo sin piedad.

Pero él estaba jugando conmigo, y no iba a permitírselo, y menos cuando creía que tenía algún derecho sobre mi relación con Brad.

Bajé de su Mercedes y caminé a zancadas a la casa de Amber, donde mamá me saludó con una expresión de confusión.

-¿Me necesitabas en casa?-pregunté, viendo que Justin ya había desaparecido por las escaleras.

-No-dijo encogiéndose de hombros.

-Entonces ¿por que enviaste a Justin a buscarme?

-Yo no lo envié a buscarte-se encogió de hombros.

Martah, que estaba concentrada en su revista sentada en el sofá, nos observó atentamente.

-Él dijo eso-murmuré mirando a mamá, y luego a Martah.

-No, yo pregunté donde estabas, y el dijo "en la casa de Brad, si quieres voy por ella", no le respondí-se encogió de hombros otra vez-antes de que pudiera hacerlo él ya estaba en la puerta de salida

Quise reír, por la confusión de mi mamá, por la cara de Martah, y porque comenzaba a entender que Justin estaba loco por detener lo que fuese que pensaba que estaba sucediendo entre Brad y yo en ese momento.

-Oh-apreté los labios para ocultar mi sonrisa y subí las escaleras rápidamente.

Cuando crucé el pasillo, sentí la inmensa necesidad de meterme a la habitación de Justin y Martah y comprobar si él se encontraba allí, pero de ningún modo iba a hacer eso. Me adentré a la habitación de Amber en un movimiento rápido.

-Hola-sonrió ella apartando la vista del libro que leía acostada en su cama.

-Hola-suspiré y me dejé caer en la cama junto a ella.

-¿Era muy malo?-preguntó mi amiga incorporándose para mirarme.

-Algo

-Dime

-Extrañamente y como todo últimamente, involucra a tu padre-apreté mis labios juntos esperando que eso no sonara extraño, aunque realmente si lo hacía.

¿Qué podría hacer? Brad podría comentar con Amber lo sucedido con su padre en algún momento, no sería muy útil mentir.

Mi amiga arrojó el libro a alguna parte de su habitación haciendo que este se golpeara con algo, y me miró con el ceño fruncido.

-¿Que tiene que ver el cabreo de Brad con mi padre?-preguntó, como si sonara absurdo.

-Todo-murmuré en un suspiro-al parecer tu padre...-me lo pensé por un segundo, tratando de elegir las palabras adecuadas-le dijo algunas cosas no muy agradables a Brad...o algo así-entrecerré los ojos.

Amber hizo una mueca muy extraña y me pregunto unas quince veces si estaba hablando en serio.

-¡Ya te dije que si, joder!-me quejé y bajé mi voz-según Brad tu padre lo enfrentó en el momento en el que vomitabas aquella vez en la cena, y le dijo que nos había visto aquella vez cuando estábamos un tanto...cariñosos en la puerta de tu casa, y que era un niñato pervertido y aprovechado...o algo así-repetí encogiéndome de hombros.

El Padre de Mi Mejor Amiga|Justin Bieber|Editada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora