Me sobresalté en mi lugar observando a Amber con miedo, aunque sinceramente no esperaba menos, ella se veía muy enojada.
-¿Por qué no me lo dijiste? ¡Hubiera extirpado su maldito pene!-gritó colérica, moviendo sus manos en todas las direcciones posibles.
Justin puso su mano en su espalda acariciándola lentamente e intentando calmarla.
-Lo siento, temía tu reacción...justo como lo hago ahora-murmuré a lo bajo.
Sus hombros cayeron, y la vi ladear la cabeza como si mis palabras no tuvieran sentido.
Finalmente y luego de algunos minutos observándome en silencio, se acercó a mí y saltó a mis brazos.
Envolví mis brazos alrededor de su espalda algo aturdida.
-¿Estás bien? No puedo creer que ese gilipollas se haya atrevido a tocarte-gimió aún abrazándome, su voz en un hilo.
Me separé un poco de ella para observarla, y bajó sus pies otra vez al suelo.
Tenía esa mirada triste y cargada de preocupación que pocas veces se apoderaba de ella, sus ojos ligeramente vidriosos.
-Si, estoy bien-me encogí de hombros-siento no habértelo dicho, supongo que tenía miedo
Me miró con sus enormes ojos mieles y asintió con la cabeza, apretando sus labios juntos.
Se quedó en silencio por algunos segundos, con su mirada perdida y finalmente volvió a abrazarme.
-No puedo creer todo lo que te hizo, estuviste sola, enfrentaste todo eso sola-susurró en mi oreja.
Apreté mis brazos a su alrededor una vez más, absorbiendo sus palabras.
-Lamento no haber notado que algo estaba mal, también es mi culpa-su voz sonaba como si estuviera aguantando las ganas de llorar.
Mi pecho dolió, me destrozaba por dentro ver a Amber llorar.
-No es tu culpa, no digas eso-me quejé acariciando su pequeña espalda.
Ella tenía la misma jodida tendencia de Justin de creer que debía poner todo en sus malditos hombros, y por alguna razón también creía que lo sucedido era su culpa.
Joder, ella no podía culparse, Justin no podía culparse, mi madre no podía culparse, y tampoco yo podía hacerlo.
El único culpable de todo lo sucedido estaba merecidamente encerrado en aquella estación.
Me separé de ella ante su silencio y tomé su rostro en mis manos.
-No. Es. Tu. Maldita. Culpa-sentencié remarcando lentamente mis palabras.
Ella asintió de a poco con su cabeza aún sin mirarme a los ojos, y de un segundo al otro pareció volver a ser Amber.
-No vuelvas a ocultarme algo así Emma, de lo contrario te mataré y haré un baile feliz sobre tu cadáver-soltó en un tono amenazante.
Mordí el interior de mis mejillas, sabiendo que le ocultaba algo aún peor, o aunque no fuera peor, que si era mi culpa a diferencia de lo de Brad.
Asentí con la cabeza, incapaz de responder.
Cuando volví mi vista a Justin, él nos observaba con sus brazos cruzados sobre su pecho y apoyado en su carro, traía una mirada enternecida.
Solté un jadeo en voz alta al recordar los eventos de unos minutos atrás.
-Amber ¡lo golpeaste frente a la policía!-gemí arrojándole un golpe a su brazo derecho.
Amber me observó con su ceño fruncido y frotó su brazo, justo donde la golpeé.
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El Padre de Mi Mejor Amiga|Justin Bieber|Editada|
FanficEmma Houston lleva la vida corriente que podría aburrir a cualquiera, sus únicos problemas reales se encuentran en las dudas e incertidumbres que genera su futuro. Esto indudablemente cambia cuando una parte oscura y olvidada de la vida de su mejor...