El Padre de Mi Mejor Amiga|Justin Bieber|Editada|

Capítulo 69: ¿Por qué nos alejaste?

Sonreí inspeccionando el lugar y volteé para encontrar a Justin.

-¡Es perfecto! ¿Cómo lo conseguiste?-pregunté emocionada.

-Pues...conozco a alguien-dijo guiñando un ojo.

Puse los ojos en blanco y caminé alrededor del salón.

Por supuesto que el conocía a alguien.

Ya era el segundo día de organización, el día anterior habíamos estado recorriendo la ciudad con Justin para encontrar el lugar indicado para la fiesta sorpresa de Amber, pero no lo habíamos logrado, había vuelto a casa frustrada y enojada.

Luego de eso había tenido que practicar mi sonrisa falsa e intentar divertirme cuando Amber paso por mí para ir a un club, ¡había sido horrible! Mientras bailaba pensaba en lugares para ver y mi mente me recordaba a cada segundo que el cumpleaños de Amber sería en pocos días y que debíamos encontrar un lugar a tiempo.

Así que, que Justin hubiera encontrado un lugar tan genial y a la vez tan escondido era estupendo.

No esperaba menos de él.

-Me encanta-dije más para mí misma, era un enorme salón, con una larga mesa en un rincón y un pequeño balcón para el dj, parecía uno de esos lugares para enormes fiestas de electrónica.

-También a mí-dijo Justin llegando a mi lado-y esto no es todo, esa puerta-dijo señalando una puerta de madera que no había visto-conduce a un enorme patio, ya sabes, para que puedan fumar y esconderse en las sombras para besarse y follar con ropa -dijo rodando los ojos,

Solté una risa negando con la cabeza y me detuve cuando dejó de sonreír y se puso pálido como un papel.

-¿Qué sucede?-pregunté confundida y caminando cerca de él.

-Necesito pedirte algo-susurró, con su rostro horrorizado y su mano sobre mi hombro.

-D-dime-tartamudeé espantada de lo que fuera a decir.

-Yo, no puedo estar para ella de ese modo, es decir, debo hacerlo, pero temo espantarla

Fruncí el ceño, aún confundida.

-¿De qué hablas Justin?-susurré.

-De Amber, moriría por dentro si ella hiciera algo como eso y luego se arrepintiera, es decir, ella puede tomar unas copas y pasarla bien pero cualquier tío podría simplemente...aprovecharse-susurró-yo no puedo advertirle de algo como eso, es decir, ella creería que me estoy entrometiendo, incluso que la estoy tratando como a una cualquiera, pero no es así, solo quiero cuidar de ella-

Él hablaba como un maniático mientras yo intentaba contener una sonrisa enorme al entender de qué hablaba.

-Joder, ni siquiera sé si ella tiene algo de experiencia, hemos tenido tan poco tiempo juntos pero tampoco quiero molestarla o incomodarla con mis preguntas...-hizo una pausa.

Simplemente no podía quitar mis ojos de él, parecía como si miles de ideas pasaran por su cabeza en ese instante.

-Maldita sea Emma, si ese estúpido niño bonito de Christian se excede con ella lo asesinaré con mis propias manos-gruñó con la mirada perdida.

Y lo juro, tenía ojos de loco, era algo muy gracioso de ver.

-Tomaré su estúpido cabello rubio y quitare cabello por cabello con una jodida tenaza, dejaré sus pelotas como aceitunas, lo haré sufrir-gruñó y apretó su puño en el aire.

Joder, si esa no era la mierda más tierna no sé qué lo era.

Él continuo murmurando amenazas a lo bajo y frunciendo el ceño, no lo soporté más, solté una risa fuerte y antes de poder detener mi propio impulso estaba en sus brazos, envolviendo mis brazos alrededor de su estómago.