El Padre de Mi Mejor Amiga|Justin Bieber|Editada|

Capítulo 48: Embriagantemente tú

Era sábado y era ¡mi cumpleaños!

El resto de las semanas anteriores Justin y yo habíamos estado bastante cercanos, luego de su confesión, se sentía como si fuermos amigos muy cercanos.

Amber estaba encantada con que su papá y yo nos encontráramos llevándonos tan bien. Y por supuesto no había perdido la oportunidad de hacerme cientos de bromas sobre cómo mi sueño se estaba haciendo realidad y sobre que dejara de comérmelo con los ojos cuando él se alejaba por algunos segundos de nosotras.

Joder, si ella supiera.

Además, Amber había hablado a solas con Justin y él le había contado su historia también, pero le había pedido que no dijera nada ya que no era algo fácil para él...lo entendía totalmente, y agradecía internamente que él hubiese compartido su pasado con Amber para que pudieran conocerse aún mejor.

Amber había mencionado que se encontraba bastante decepcionada de su madre por mentirle tan descaradamente y por actuar tan mal en el pasado, pues hasta yo misma había sido testigo de las cosas que Martah solía decir sobre Justin en ocasiones, pero ella prefería no meterse en los problemas de Justin y su madre y me parecía lo correcto.

El día anterior habíamos terminado el instituto, habían realizado una ceremonia bastante sencilla en el auditorio, nos habían entregado nuestros diplomas, y Brad había estado allí junto a mi, tomando mi mano todo el tiempo.

Justin había felicitado a Amber de una manera tan dulce que me provocó morir en ese instante, y en algún momento se había acercado a mí y había dicho "felicidades, nena, lo hiciste" con una sonrisa baja bragas que destruía toda mi muralla de seguridad por completo.

Brad se había quejado por un rato por lo inapropiado que le parecía que Justin me llamara "nena", y también conmigo por permitírselo.

Él no entendía que era la segunda palabra en el vocabulario de Justin después de "hola".

Rodaba los ojos de sólo recordarlo con el ceño fruncido y observándolo con su intento de mirada amenazante mientras apretaba mi mano.

Justin, ni siquiera le había dirigido una mirada, se veía como si estuviera demasiado orgulloso como para cabrearse.

Me levanté con una sonrisa de oreja a oreja, pues además de haberme graduado del instituto, era mi cumpleaños numero 19.

Era algo desconcertante pensar en el futuro, pues hacía algunos meses había sido mi mayor preocupación, pero desde que Justin había llegado a la casa de Amber, era como si ninguna otra preocupación pudiera ocupar mi mente.

Había decidido que me tomaría un año para decidir qué estudiar, pues mi madre había ahorrado una vida entera para enviarme a la universidad y temía profundamente elegir algo sólo por elegir y hacerla malgastar sus ahorros.

Amber, por su parte, sabía desde hacía algunos años que quería estudiar leyes, y estaba segura que era la profesión perfecta para su personalidad tenaz y su capacidad de averiguarlo todo.

-Levántate ¡es mi cumpleaños!-dije moviendo a Amber en la cama.

-Nena, no me siento bien, me levanto al rato-se quejó con voz ronca.

Oh

Por su tono de voz y su manera de decir toda una frase sin una palabrota supe que ella hablaba en serio.

-Lo lamento, si necesitas algo llámame-dije y acaricié su cabello fuera de su rostro.

-Lo haré-respondió apenas encontrando su voz, que parecía afónica y ronca.