-Estás de broma-murmuré aunque sabía que no era así.
-No nena-suspiró cansado y frotó su rostro con ambas manos.
-¿Y ahora qué hacemos?-pregunté en un jadeo.
Él se quedo en silencio por un minuto y luego me miró.
-Lamentablemente las gasolineras estan cerradas a esta hora y...-
-Las gasolineras no cierran, Justin-enarqué una ceja, interrumpiéndolo.
Él apreto los labios viéndose apenado.
-Si aquí-sus ojos parpadeaban cautelosamente, como si estuviera pidiendo disculpas con su expresión.
Solté una madición a lo bajo, salimos de la ciudad a un pueblo porque en la ciudad no había una maldita farmacia abierta y ahora, nos quedamos sin gasolina probablemente en el único pueblo de todo el Estado que no tiene sus gasolineras abiertas en la noche.
Bien Emma, este día solo mejora.
-Genial-chasqueé.
-Escucha-suspiró él y pasó una mano por su cabello.
Se veía enojado cansado y frustrado con aquella situación.
-Conozco este pueblo porque mi padre compró una cabaña aquí cuando yo era pequeño, y veraneábamos aquí, un par de años después me la obsequió y por eso es mía
Me quedé muda ante la mención repentina de su padre, y él comenzó a buscar en la guantera del auto y sacó unas llaves.
-Aquí están, si quieres podemos pasar la noche allí, y en la mañana ir a buscar combustible para largarnos
-Pero...¿y Amber?-pregunté confundida, el completo punto de salir era ayudarla, en definitiva.
-Estará bien...espero ¿tienes tu teléfono?
Asentí con la cabeza y se lo pasé para que llamara a Martah, mientras rebuscaba su nombre en la agenda, se sorprendió al ver que él estaba agendando como "Padre de Amber".
Instantáneamente recordé cuando lo hice convenciéndome de que eso era lo unico que él era para mi, el padre de mi mejor amiga, buscaba guardar las distancias.
Él me miro con una ceja arqueada, con una expresión de diversión, presionó editar y luego de poner "Justin" seguido de una carita que sacaba la lengua, llamó a Martah.
Sonreí, me encantaba cuando estaba tan relajado conmigo.
-Hola Martah-dijo cuando ella atendió-si, lo conseguimos, pero temo que me quedé sin gasolina y tuvimos que salir de la ciudad para conseguir una farmacia abierta, así que nos sera imposible volver hoy-en cuanto terminó la frase, oí los chillidos y gritos frustrados y de enfado de la amiga de mi madre.
Vaya carácter.
Justin apretó la mandíbula y soltó un resoplido.
En el tiempo que tuve conociendo a Justin había aprendido varias cosas sobre él y si había algo que tenia muy en claro, era que era un obseso del control, estaba acostumbrado a vivir solo, sin tener que dar explicaciones a nadie, tomando sus propias decisiones y controlando su vida como quería.
No estaba acostumbrado a las escenas de celos, ni a los reclamos sin sentido.
Y aunque quería mucho a Martah, parecía ser una mujer bastante controladora, y no reparaba en hacer ciertos comentarios inapropiados a Justin frente a mi, mi mamá y Amber.
Era ciertamente incómodo, y Justin parecía apretar los dientes y morderse la lengua para evitar el conflicto.
Cuando lo vi cerrar los ojos y dejar caer su cabeza en la amohadilla del asiento, supe que se estaba aguantando para no mandarla a freir espárragos, estaba evitando faltarle el respeto.
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El Padre de Mi Mejor Amiga|Justin Bieber|Editada|
FanfictionEmma Houston lleva la vida corriente que podría aburrir a cualquiera, sus únicos problemas reales se encuentran en las dudas e incertidumbres que genera su futuro. Esto indudablemente cambia cuando una parte oscura y olvidada de la vida de su mejor...