Advertencia ⚠️: Este capítulo contiene narraciones que pueden afectar la sensibilidad de algunos lectores, tales como violencia física o verbal, así como referencias y/o situaciones de abuso.
Maratón 3/3
No creo que alguna vez en mi vida vaya a superar el rostro de Amber al ver a toda esa gente sonriendo y arrojándole papeles de colores, tampoco creo que vaya a olvidar la imagen que tenía frente a mí en cuanto las luces se encendieron.
El hombre que amaba, parado en un impecable traje completamente negro, con su cabello más dorado que el sol y la sonrisa mas deslumbrante que podía haber visto en su rostro, sus ojos mieles brillando y haciéndolo ver como el hombre más hermoso y deseable que pudiera habitar la tierra, su expresión relajada y esa mirada triunfante en sus ojos al ver la sonrisa de Amber.
Por un momento, sentí como si todo alrededor desapareciera, como si mis ojos solo pudiera verlo a él, completamente feliz y satisfecho con lo que había logrado.
Mi corazón saltó ante la imagen de él frente a mi, pidiéndome desesperadamente tenerlo junto a mi.
¿Cómo podía ser que él se viese como un completo ángel iluminado para mí? Solo parado allí. Yo me sentía tan insignificante.
Unas manos apretando mi cintura me devolvieron a la realidad, voltee la mirada por un segundo y tuve una pequeña decepción.
Brad, él siempre estaba allí.
Me sonrió de la manera dulce que solía hacerlo y ambos volteamos la mirada a Amber, que aún seguía en shock.
De un segundo al otro, sus ojos se clavaron en mí, y tuve un mini infarto al ver sus ojos de loca y su dedo índice apuntándome acusador.
-Tú-chilló entre el revuelo de gente saludándose y gritando de alegría, haciendo que Justin y Brad la miren con atención.
-¿Qué?-pregunté enarcando una ceja, cuando la tuve enfrente, sus ojos mieles totalmente idénticos a los de su padre, estaban rojos y llorosos.
-¡Me ocultaste todo esto!-gritó dejándome confundida, y como si fuera poco, saltó a mis brazos como una niña pequeña agradeciéndome y diciendo cuanto me amaba.
Dios, Amber si podía ser como una pequeña hermana a veces.
Mi instinto femenino me envió a poner las manos sobre su trasero.
Maldita loca, simplemente se había arrojado sobre mí con un microvestido azul Francia y zapatos de tacón blanco, no estaba segura de que ella quisiera mostrarle su inmaculado culo a cada invitado a la fiesta que, no está de más decir, eran todos nuestros ex compañeros de instituto.
Esos vestidos al cuerpo quedan de infarto, pero son una real mierda para usar.
Ella al parecer se dio cuenta que no llevaba pantalones de gimnasia como para hacer aquello, así que se reincorporó al instante.
-Quiero decir, hm, gracias, esto ha significado mucho para mí-murmuró y supe que estaba a punto de llorar.
Cosa que era completamente poco habitual para Amber.
-Sé que quieres agradecerme-dije tomando sus manos-y me agrada que lo hagas...pero no es a mí a quien tienes que agradecer-sonreí de lado.
Ella enarco una ceja confundida, cuatro meses atrás hubiera estado de acuerdo con su rostro de confusión, porque nadie más que yo hubiera preparado personalmente una enorme fiesta sorpresa para ella. Pero lo que Amber no entendía, era que Justin no había llegado solo físicamente y para decir 'estoy aquí ahora no tienes de que quejarte', él había llegado como su padre, su amigo y alguien en quien ella podía confiar plenamente, y, no había dudas, él había llegado para quedarse.
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El Padre de Mi Mejor Amiga|Justin Bieber|Editada|
Fiksi PenggemarEmma Houston lleva la vida corriente que podría aburrir a cualquiera, sus únicos problemas reales se encuentran en las dudas e incertidumbres que genera su futuro. Esto indudablemente cambia cuando una parte oscura y olvidada de la vida de su mejor...