Capítulo 1:
Jazmín.
El verano se fue, el otoño pasó y el invierno llegó. Hacía cuatro meses desde que mi supuesta muerte salió a la luz... Cuatro largos meses encerrada en una casa con Alejandro, ya que no podíamos salir por estar en el punto de mira de los D'Angelo. Lo buscaban a él, a Alejandro, no a mi. Yo estaba muerta a ojos del mundo, pero de igual manera no me dejaba salir.
Cuatro meses sin ver a Carla, Gianna, Giovanni y... a él. Eso es lo que peor llevaba, tener miles de recuerdos y que simplemente fuesen eso; recuerdos.
Estaba al tanto de que me habían hecho una preciosa despedida. Alejandro hizo como si mi cuerpo descansara dentro de ese ataúd. Pero lo único que enterraron fue un ataúd vacío.
No me permitían el contacto con el exterior, Alejandro aún no se fiaba de mi por mucho que me esforzase en que así fuera. Tenía días bueno y dias malos. Los malos eran la mayoría.
Los primeros días fueron los peores. Tenía que fingir todo el día que estaba bien, que me sentía a gusto con el cuando en realidad estaba completamente rota por dentro. Lloraba por las noches y sonreía por las mañanas. A veces era verdad eso de que estaba muerta, así me sentía; muerta en vida.
Alejandro me había sacado de Italia capital y me había encerrado en una casa en pleno Roma. No quería irse de Italia pero tampoco quería quedarse cerca de ellos. Según el, era muy precipitado que saliéramos del país ahora que nos buscan. Perdón, que lo buscan a él.
Por lo que había oído, Marco se había vuelto loco tras mi muerte. Se había aliado con los líderes de diferentes mafias a cambio de que encontrasen a Alejandro. Había especificado que lo quería vivo para poder matarlo el mismo. No le importaba como se lo llevaran, pero si tenía que estar vivo.
Me moría de ganas de poder llamarlo, de decirle que estaba bien, que solo había sido una pequeña mentira para salvar a su padre. Para salvarlos a ellos.
Pero no podía.
También pensé en Giovanni. En que el si guardaría el secreto y por lo menos alguno de ellos supiera la verdad de toda esta mentira.
Pero tampoco podía.
Aún recuerdo cuando llegué a Italia. Lo único que me preocupaba era tener que lidiar con mis nuevos hermanastros y hacer nuevas amistades en mi nuevo instituto. Ahora... ahora echó la vista atrás y veo a una idiota ingenua.
Yo debería de estar en mi nuevo instituto, con nuevas amistades y peleando con Marco o pasando el tiempo con Giovanni y no aquí, rodeada de mafiosos.
-Toma- dijo Alejandro tendiéndome un móvil nuevo y una beretta- creo que ya es hora de que tengas uno.
¿Eso significaba que ya confiaba en mi? ¿Que me dejaría salir? ¿Significaba eso que dejaría de amargarme la vida?
-Si me entero de que te pones en contacto con alguno de ellos... Te mato- amenazo sin temblarle la voz.
-Ya estoy muerta ¿Recuerdas?
-Menos bromas, Jazmín.
Me hice una cola frente al espejo. Mi pelo había crecido y ya me molestaba tenerlo siempre suelto. Alejandro me miraba tras el cristal que lo reflejaba y me estaba empezando a poner nerviosa.
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Idílico #2 |+18|
Teen FictionDespués de la supuesta muerte de Jazmín, la casa D'Angelo echa chispas. Carla decide quedarse en Italia con Giovanni tras la muerte de su mejor amiga. Ella fue la que peor lo pasó junto a Tatiana tras enterarse de que no solo había perdido a su amig...