Idílico #2 |+18|

Llegada a Londres.

Capítulo 31:

Jazmín.

(Llegada a Londres)

¿Qué se supone que haces cuando sales corriendo a otro país con el corazón roto sin planes y sin nada solo con una maleta? Irte a un pub.

Si, eso es lo que he hecho. Nada más salir de avión caminé por las calles de Londres arrastrando mi maleta sin saber donde ir. Por suerte, encontré un pub abierto y entré.

Estaba lleno de gente joven bailando y bebiendo. Todos parecían felices, todos menos yo.

Me acerqué a la barra y pedí una copa. Necesitaba pensar y buscar algún hotel para quedarme unos días hasta que encontrara algún apartamento donde vivir.

Me encontraba perdida. Lo estaba. Y sola.

Era la primera vez que tenía miedo de estar sola.

Mientras removía los hielos de mi copa con la pajita, dos chicas aparecieron en la barra gritando y riéndose.

Las envidié. Esas podíamos ser Carla y yo perfectamente antes de irme a vivir a Italia con mi madre.

Una era morena y la otra rubia. Me fijé en que pidieron dos copas mientras descansaban en la barra tras estar bailando por un largo tiempo.

Una de ellas, la morena, me miró y me sonrió. Le devolví la sonrisa como pude y volví la mirada a mi copa que seguía entera.

-¿Estas bien?- preguntó.

La miré.

-No, pero supongo que lo estaré.

Ella pareció sorprendida.

-¿Eres de España?

-Eehh... Si, pero vengo de Italia.

-Dios... ¡Yo también soy de España!- volvió a sonreír -Soy Aliyana, pero puedes llamarme Aly. Y ella es mi mejor amiga, Amber.

-Hola- dijo Amber.

-¿Que te trae por Londres?

¿Como se supone que debería contestar a eso? ¿Un chico? No. ¿Que estaba huyendo de la realidad? ¿Del dolor?

-Un corazón roto, el mío para ser exactos- respondí sin más.

Aly miró a Amber y luego volvió a mirarme a mi.

-¿Puedo preguntar cómo fue?

-Simplemente nuestra relación siempre estuvo destinada al fracaso... es mi hermanastro, se llama Marco y...

-¡¿Te has liado con tu hermanastro?!- gritó la rubia, Amber.

-Si- suspiré -pero discutíamos a menudo y por tonterías. Pero nos queríamos muchísimo, hemos pasado por mucho juntos, pero supongo que la pérdida del bebé fue la gota que colmó el vaso y decidió dejarme.

Ahora que lo había soltado, me había dado cuenta de que estaba hablando con dos extrañas y que no me importaba lo más mínimo. Parecían majas.

-¿Has tenido un...?

-¿Aborto?- acabé la pregunta por Aly- si. No sabía que estaba embaraza y nuestra vida no era muy tranquila que digamos... así que lo perdí sin saber que estaba embarazada.

Me fijé en el anillo que llevaba Aly en la mano izquierda y sonreí con pena. Luego vi que Amber llevaba otro.

-¿Estáis casadas?- pregunté.