Capítulo extra.

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Jazmín.

-¡Mamá! ¡Giorgia y papá no me dejan dormir!- gritó Mateo entrando en la habitación gritando.

-¿Qué hora es para que ya os estéis peleando?-dije levantándome de la cama.

-Nadie se está peleando, pero como baje esas escaleras te juro que el próximo disparo que se escuche será uno mío- dijo saliendo enfadado del cuarto.

Me reí.

Marco estaba enseñándole a Giorgia a disparar. Y aunque a mi no me hacía ni pizca de gracia que mis hijos supieran disparar toda clase de armas a Marco le apasionaba enseñarles.

Mateo era el grande, tenía 16 años y Giorgia 14 y aunque Mateo adoraba a su hermana pequeña, adoraba más dormir. Y en cierta parte lo entiendo, dormir en esta casa es sagrado porque yo odio que me despierten también.

Me puse las zapatillas y bajé al jardín donde estaba Marco y Giorgia.

Me quedé mirando durante unos segundos a Marco mientras enseñaba a Giorgia. Seguía estando tan bueno como el primer día. Y verlo sin camiseta y con la luz del sol... Diós.

-¡Papá ahora desde más lejos!- gritó Giorgia entusiasmada sacándome de mis pensamientos.

-Creo que es mejor que lo dejéis por hoy- dije acercándome a ellos- y que a partir de ahora lo hagáis más tarde. Tu hermano está que echa humo por la cabeza.

-Buongiorno bimba- dijo Marco con una sonrisa enorme en la cara mientras se acercaba y me daba un beso.

-Buenos dias- sonreí -pero en serio, dejadlo ya. Hay tiempo para eso.

-Pero mamá...

-Giorgia, no.

-Ya has escuchado a tu madre, seguimos otro día pequeña.

Giorgia entró en la casa medio convencida y vi como subía a su habitación.

-Creo que enseñarle a una niña de 14 años como disparar armas no es una buena idea- dije.

-Con Mateo y Bianca empecé a los 10- sonrió echándome el brazo por encima.

-Y sigo creyendo que nuestros hijos deberían de pensar en estudiar y salir no en disparar.

-Pueden hacerlo todo.

Suspiré sabiendo que no iba a ceder, esta conversación ya la habíamos tenido mil veces desde que Mareo disparó por primera vez.

-¿Sabes que es lo que creo?- dijo levantando una ceja.

-Sorpréndeme- suspiré. Podía esperarme cualquier cosa.

-Que te hace falta abrir más la mente- dijo riéndose.

-Vete a la mierda- dije empujándole aprovechando de que tenia la piscina justo detrás de él mientras me reía. Se lo vio venir y me agarró antes de caer haciéndome caer con el dándome de mi propia medicina.

-Vamos bimba relájate un poco- dijo echándome agua en la cara -de verdad pensabas que iba a ser tan fácil.

-No, está claro que en esta familia nada es fácil- dije subiéndome encima de el.

-Pero si idílico- dijo besándome.

Sonreí.

**

¿Cómo estáis? Quería daros una sorpresa después de tanto tiempo desaparecida. Espero que como siempre os guste.

Estoy pensando en cositas nuevas!!!

Idílico #2 |+18| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora