Con sabor a anhelo.

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Capítulo 6:

Jazmín.

Me dolía todo el cuerpo. Sentía los puntos cada vez que respiraba y aún estaba a tontada por la anestesia.

Cuando mis ojos enfocados la habitación de hospital apareció delante de mi, pero no había nadie más allí. Solo yo.

Me levante de la cama, pero la vía que tenía en mi mano me impidió dar más de tres pasos. Sin pensármelo dos veces me la quité de un tirón y salí de la habitación.

Los médicos iban de un lado a otro con prisas, mirando papeles y hablando entre ellos. En una sala de espera que había cerca de mi habitación estaban sentados Carla, Giovanni y Gianna. En cuanto me vieron vinieron hacia mi y me abrazaron.

Yo solo podía pensar en que faltaba uno de ellos. Faltaba Marco.

-¿Donde está?- pregunté separándome de ellos. Ninguno dijo nada- os he hecho una pregunta.

Giovanni dio un paso hacia mi y cogió mi mano suspirando. Alcé la mirada a él y esperé su respuesta.

-El... bueno tú estabas muy grave. Perdiste demasiada sangre y tu tipo de sangre es la más rara así que no disponían de la suficiente para salvarte- Mis ojos se humedecieron solo al pensar en lo que estaba pensando -El se ofreció a donarte sangre. Una gran cantidad ya que era lo que te hacía falta y tenéis el mismo grupo sanguíneo- Giovanni cogió aire -Marco te dio toda la que necesitabas incluso después de que el doctor le avisara de que sería una gran cantidad... Y... aún no ha despertado.

No se exactamente que fue lo que noté en ese momento. ¿Miedo? ¿Preocupación? ¿Rabia? ¿Impotencia? ¿Culpabilidad? Supongo que una mezcla de todo.

Giovanni al ver que no reaccionaba tiró de mi hasta abrazarme y me dio un beso en la cabeza. -Marco se pondrá bien. Ya sabes cómo es de cabezón ¿De verdad crees que te dejará sola?

En ese instante no supe que responder. Solo apoyé mi frente en el pecho de Giovanni y respiré hondo varías veces antes de separarme.

-Tengo que verlo.

-No creo que te venga bien verlo ahora- me dijo Carla.

-No he pedido la opinión de nadie y tampoco era una pregunta.

-¿Por que no descansas? Es lo que mejor te va a venir ahora. Te han disparado en un pulmón y por poco mueres- Gianna me miraba preocupada.

No quería descansar. Quería verlo. Quería gritarle y preguntarle por qué había hecho la locura que acababa de hacer.

-¿A donde esta?- pregunté.

-En cuidados intensivos- respondió Giovanni.

No esperé ni miré si me seguían. Me fui directa al ascensor y allí pude leer en el mapa del hospital donde estaba cuidados intensivos.

Cuando el ascensor abrió las puertas y salí, todo el mundo me miraba. Supongo que era por que iba con la típica bata de hospital y descalza.

La cristalera que daba a cuidados intensivos me recibió con una enfermera al otro lado. Creí que no me dejaría pasar, pero cuando le dije que era su hermanastra y novia, me dejó entrar y me indicó donde estaba.

La imagen de Marco era catastrófica. Estaba pálido por la falta de sangre. Rodeado de máquinas y lleno de cables. Incluso tenía una máquina de oxígeno para ayudarle a respirar.

Me acerqué a él y cogí su mano. Estaba frío. Si no llega a ser por el monitor que marcaba su pulso, pensaría que estaba muerto.

Me puse de rodillas al lado de su cama y le acaricié su mano con mi pulgar. Lágrimas empezaron a caer por mis mejillas.

Idílico #2 |+18| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora