De cero.

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Capítulo 30:

Jazmín.

-¿¡DONDE ESTA!?- escuché el grito de Marco desde la planta de abajo.

Salí de la cama de golpe y bajé los escalones de dos en dos. Lo último que quería era que se liaran a golpes por mi culpa.

Marco estaba en la puerta de casa de Fabbio con el ceño fruncido y la vena del cuello inflada. Estaba cabreado.

Me localizo con la mirada en cuestión de segundos y apretó los labios. Me miró de arriba abajo y vi como su mandíbula se tensaba.

-Vete de aquí, Marco- dije mirándolo a los ojos sin una pizca de sentimiento.

Fabbio se volteó hacia mi y luego volvió a mirar a Marco.

-Te vienes conmigo- afirmó.

-Tu estas mal de la cabeza- me reí.

-Hermano, sera mejor que te vayas- le dijo Fabbio.

-Mejor que te calles si no quieres que te mate.

-No se va a ir contigo, no quiere. Creo que te lo ha dejado bastante claro.

Marco lo ignoró y volvió a mirarme a mi. Su paciencia iba disminuyendo poco a poco y lo sabía.

-Nos has interrumpido- dije cruzándome de brazos- así que vete.

-¿Que he interrumpido qué?- apretó los puños y volvió a mirar mis piernas desnudas. Solo llevaba puesta la camiseta de Fabbio -¡¿TE LO HAS FOLLADO?!

-Me lo iba- le corregí acercándome a la puerta -pero me has interrumpido. Como siempre, tan inoportuno.

La cara de Fabbio cambió tras escuchar lo que acababa de decir, pero no me llevó la contraria.

-¡NOS VAMOS!

-¡TE VAS TÚ!

-No me hagas cogerte por la fuerza, Jazmín. No estoy para juegos.

Me reí.

-No eres mi padre para decirme que tengo que hacer o que no. No eres mi novio y mucho menos mi amigo. Así que escúchame bien, hermanito. No se quien te ha dado el soplo de que estaba aquí, pero lárgate antes de que se me vaya la cabeza y llame a la poli.

-No me hace falta ningún soplo para saber donde estas en cada momento- sus ojos se posaron en mi collar. Ese collar que siempre llevaba y nunca me lo quitaba por que el me lo regaló y me pidió que no me lo quitase después del secuestro.

Entonces lo entendí.

-¡Eres un psicopata!

-¡SERÉ TODO LO QUE TÚ QUIERAS, PERO SOY EL ÚNICO CAPAZ DE MANTENERTE CON VIDA! ¡POR ESO TU MADRE ME HIZO PROMETERLE QUE TE MANTENDRÍA VIVA Y NO PIENSO INCUMPLIR MI PROMESA! ¡ESTEMOS JUNTOS O NO, HERMANITA! ¡ERES MI RESPONSABILIDAD!

¿Que mi madre le había pedido qué?

Mis brazos cayeron a cada lado de mi cuerpo. ¿Por que siempre tenía que enterarme de cosas así en medio de una situación así?

Le prohibí a mis ojos derramar ni una sola lágrima delante de él y pestañeé varias veces antes de acercarme a él y clavar mis ojos en los suyos.

Estaba decidida. Había pensado en cada palabra que le diría. Pero cuando una rubia salió de un coche que acababa de aparcar detrás del de Marco y se acercó a la puerta, mi mundo cayó nuevo a mis pies y me quedé en blanco. Lucy.

-Estaba preocupada y te seguí- dijo acercándose hasta donde estaba Marco.

Lo único que mis labios pudieron decir fue; -Lárgate, Marco-.

Idílico #2 |+18| Donde viven las historias. Descúbrelo ahora