Sofía.Me meneo de un lado a otro, estirando las piernas y los brazos, hasta que choco con algo. Me giro y empujo al bulto que hay a mi lado con los pies, logro moverlo un poco.
Me quejo y me meneo más hasta que cae al suelo haciendo un ruido y suelta un quejido. Con los ojos aún cerrados, tiro por el mismo lado todo lo que alcanzo; todo me molesta.
Algo comienza a tocarme los pies, los muevo y me rio porque me hace cosquillas. ¿Tan mal me sentó el alcohol que todavía tengo el efecto? Los meneo más cuando aumentan y doy una patada al aire.
—¡Ouch!— se quejan desde el suelo.
Abro los ojos y me giro para mirar hacia abajo. Los abro como platos. Simone está con solo unos bóxer puestos y tocándose la frente, tiene la cara dañada, pero eso no lo he hecho yo. Me siento y miro el lugar donde estoy, es su habitación.
—Antes no necesitabas una cama entera para dormir tú sola— se queja, se levanta y se vuelve a tumbar en la cama, boca arriba.
Pienso: ayer me emborrache, hice un poco la idiota, luego estaba en su casa, hablemos y me dormí. Recuerdo algo.
Lo vuelvo a mirar, todavía está frotándose la frente.
—Si sigues frotándotela te vas a sacar brillo. No seas tan exagerado, no te he dado fuerte.
—Nooo, fuertísimo— ruedo los ojos y me levanto para ir al baño.Tropiezo y casi caigo con uno de sus zapatos, lo miro y lo encuentro con lo labios apretados, aguantándose la risa. Le saco el dedo medio y me meto en el baño dando un portazo al cerrar la puerta.
Le aviso que me voy a duchar y me responde que probablemente seguirá el sueño que le he quitado.
Cojo dos toallas, me meto en la ducha y dejo que el agua tibia me moje desde la cabeza hasta los pies.
Que mal me sienta la bebida, solo hago estupideces cuando bebo.
Cuando termino, me lío una toalla en el pelo y la otra en el cuerpo, me pongo frente al espejo y cuando tengo el cabello un poco más seco, saco un cepillo del que fue mi neceser y me peino. Con la toalla aún en el cuerpo, salgo a la habitación en busca de mi vestido.
La cabeza comienza a dolerme.
Abro la puerta y me tapo los ojos cuando encuentro a Simone desnudo, sacando unos bóxers del cajón.
Per ¿¡no iba a dormirse!?
—¿¡Te puedes tapar!?
—Si me ves algo no sería la primera vez entreabro un poco los dedos y le veo el culo, por desgracia me pilla viéndolo y antes de ponerse algo, se gira y se me acerca—. ¿Te gusta lo que ves?— vuelvo a cerrar el hueco.Lucho conmigo misma para no mirar hacia abajo, para no mirarlo a él, a su cuerpo, a...
—No es nada nuevo.
—Estoy un poco cambiado, ¿no crees?
—¿Mi vestido?
—Lo he puesto a lavar mientras te duchabas.
—¿Y ahora qué me pongo para irme?— vuelvo a abrir los dedos—. ¡Ponte algo!
—No soy el único que está desnudo— se pone la prenda—. Si se te cae esto— tira de la toalla, pegándome a él, pongo la mano en esta para que no se caiga—, quedarás más desnuda que yo— aparta la mano que todavía tengo en la cara—. ¿Por qué estás nerviosa?¿Estoy nerviosa? No, ¿no?
¡Joder!
Lo miro fijamente a los ojos.
—Ya no me miras como antes— susurra, apenado.
Antes lo miraba con cariño, con amor. Siempre deseaba volver a ver esos ojos grisáceos que parecen más de color azul. Porque perfectamente, si sabes mirarlos, podrías distinguir en ellos entre un cielo nublado, con tormenta, y un mar en calma.
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Un corazón robado. (Segunda parte de "Un beso robado")
Teen Fiction(2ª parte de "Un beso robado") Después de dos años, Sofia ya parece haber olvidado a Simone; o tal vez es lo que quiere creer. A ella todo le está yendo de maravilla: trabaja en lo que le gusta, sigue estudiando, tiene a sus amigos... Él volverá, y...