Simone.¿Lo sabía?
Me quedo mirándola y me rio como un loco.
No me lo puedo creer.
Yo comiéndome la cabeza y sufriendo pensando que le mentí, y ahora me suelta que sabe la verdad, la cual ni yo sabía del todo.
Meneo la cabeza como para intentar sacar las palabras de esta y me dirijo al salón. Me siento en uno de los sofás, con los pies abiertos, apoyo los codos en las rodillas y escondo la cara entre las manos.
Noto que llega, se para frente a mí para después agacharse y apoyar sus manos en mis muslos y comienza a hacer pequeños círculos.
—¿Por qué no me lo dijiste?— pregunto en un susurro y sin alzar la cabeza—. Lo sabías y no me dijiste.
—Porque quería que fueras tú el que me lo contara. Necesitaba que me dijeras la verdad.
—Pero es que yo creía que me acosté con ella y no quería decírtelo porque creí que te afectaría y pensarías que siempre te fui infiel y todo fue una falsa. Y tú... tú sabías que no fue así y no me lo dijiste.
—Probablemente fue la estupidez más grande que he hecho, pero tampoco pensaba que tardaría 2 años en volver a verte— baja la vos para decir lo siguiente—. Hasta llegué a pensar que ya no te iba a ver nunca más.
—Mai dire mai— murmuro.
—Mai dire mai— repite.Ahora sí, alzo la cabeza para verla y toparme con sus ojos verdes. Verdes esperanza.
Lo blanco lo tiene rojo y se esfuerza en dedicarme una sonrisa, pero sale triste y el labio inferior le tiembla un poco.
—¿Quieres llorar?— asiente lentamente—. Ven aquí.
A mí también comienzan a escocerme los ojos y lucho para que no se me salte ninguna lágrima.
Le agarro las manos y tiro de ella hasta que cae encima mía y nos tumbo a ambos en el sofá. Entierra la cara en el hueco entre mi cuello y hombro, yo hago lo mismo e inspiro su aroma.
Le acaricio el pelo y le dejo un beso en la cabeza.
Aprieta sus brazos, abrazándome más fuerte.
—¿Cómo tienes el tobillo?
—¿Ahora me preguntas después de haberme ignorado desde que llegaste?
—Venga ya, dime cómo está.
—Está mejor, pero sigue doliendo un poco. Sobretodo cuando he subido a tu habitación— se levanta un poco para mirarme—. ¿Quieres cenar? Te puedes calentar la sopa— me mira directo a los ojos y frunce el ceño cuando se da cuenta de algo y comienza a negar con la cabeza—. No. Tú no vayas a llorar porque yo también lo aré y no voy a poder parar.
—Shhh. Ahora mismo solo quiero abrazarte y no soltarte.Le pongo una mano en la cabeza y la vuelvo s pegar a mi pecho.
Necesito aprovechar este momento todo lo posible porque no se sabe cómo estaremos mañana.
He perdido la cuenta de cuándo fue la última vez que estaba así con ella.
Cuando me fui me volví algo distante. Terminé los estudios aquí y comencé a trabajar con papá. La mayor parte del tiempo la pasaba en la empresa o en casa trabajando. Ese también era mi plan para el verano, pero cambió totalmente cuando la idea de volver a por mi Sof se me cruzó por la cabeza.
Debería haberlo hecho antes y no haber perdido más tiempo sin verla en persona.
Cuando la vi delante de aquel cuadro, el mundo a mi alrededor se paralizó y solo éramos nosotros dos.
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Un corazón robado. (Segunda parte de "Un beso robado")
Teen Fiction(2ª parte de "Un beso robado") Después de dos años, Sofia ya parece haber olvidado a Simone; o tal vez es lo que quiere creer. A ella todo le está yendo de maravilla: trabaja en lo que le gusta, sigue estudiando, tiene a sus amigos... Él volverá, y...