Nota: tengo que disculparme antes de empezar por haber tardado en subir cap, pero es que desde que me operaron no he tenido ganas de nada. Así que intentaré escribir un capítulo en "condiciones".
Ya os dejo con el idiota.Simone.
Apoyo el codo en la puerta y la cara en la palma de mi mano.
No me gusta tener que depender de alguien; yo sé que a Dante no le importa llevarme o ayudarme con cualquier cosa, pero me siento como un niño pequeño.
Él se pone a reír haciéndome rodar lo ojos e incorporarme en el asiento de copiloto.
—¿Qué?
—¿También necesitas que te acompañe a hablar con el médico?— se burla.
—Ja, ja, muy gracioso. Sólo quédate fuera.
—Estás raro. ¿Te ha pasado algo?Me quedo callado un rato, pensando, hasta que decido limitarme a negar con la cabeza y no volver a hablar en todo el trayecto.
Sí que me ha pasado algo, y algo que me alegra, cabrea y entristece a partes iguales.
Todo ha sido tan rápido y agobiante...
De la misma manera que se fue ha vuelto, aunque, en vez de dejarme aturdido y confuso, me deja raro. No sé. Ahora mismo ni yo puedo controlar mis emociones.
Cuando detiene el coche me bajo y me adentro en el hospital.
Espero que ya me quiten esta mierda.
💋
Salgo del lugar ya con mis dos manos disponibles. Dios, lo echaba de menos; podía apañarme solo con una, pero necesitaba la otra.
Cuando visualizo a Dante apoyado en el coche elevo la mano y sonrío.
—¡Ya no necesitas niñeras!
—¡Ya no!Nos damos un abrazo y una palmadita en la espalda, la suya con más fuerza.
Nos subimos al vehículo y le pido que me lleve a casa de mis padres. Tengo algo que solucionar y no me gusta dejar las cosas a medias o sin resolver.
Me miro en el espejo del coche y me levanto el pelo para ver la cicatriz que tengo en la frente. Esta me va a recordar el puto accidente toda mi vida.
Me detengo, nunca creí que alguna vez me pondría tan nervioso al llamar a la puerta de mi casa.
—¡Signor Simone!— me recibe con una sonrisa una de las sirvientas.
Signor Simone= Señor Simone.
—Buongiorno— le sonrío.
Buongiorno= Buenos días.
Esta mujer me ha visto crecer en esta casa desde que era un renacuajo.
Entro y pregunto por mi madre. Cuando me dicen dónde está, me dirijo al salón y me la encuentro con un pie encima de la mesa, pintándose las uñas y la cabeza inclinada hacia un lado con el hombro elevado ya que está hablando por teléfono.
Al elevar la vista una enorme sonrisa parecida a la de Adri decora su rostro.
Deja todo a medias y se levanta para darme un fuerte abrazo.
Joder, me ha abrazado todo este tiempo, pero ahora lo siento diferente, como mejor. Como si lo hubiese extrañado.
—¿Ya te han quitado la escayola? Que alegría. Ya casi estás por completo.
Sí, casi.
—¿Todo bien?— pregunta al ver que no hablo ni hago nada y evito mirarla. Todavía siento vergüenza.
—¿Podemos hablar?
—Claro. ¿Todo bien?— repite y solamente asiento.
ESTÁS LEYENDO
Un corazón robado. (Segunda parte de "Un beso robado")
Teen Fiction(2ª parte de "Un beso robado") Después de dos años, Sofia ya parece haber olvidado a Simone; o tal vez es lo que quiere creer. A ella todo le está yendo de maravilla: trabaja en lo que le gusta, sigue estudiando, tiene a sus amigos... Él volverá, y...